𝚆𝚘𝚖𝚊𝚗 𝚇 / 𝑺𝒕𝒆𝒗𝒆 𝑹𝒐𝒈𝒆𝒓𝒔 II

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Cuatro meses atrás...

- Hace un tiempo me preguntaste, qué era una escuela - dijo Malia sin quitar la vista del camino -

- Si - afirmó la niña dándole una mirada rápida, desde el asiento de copiloto - Me dijiste que era un lugar donde puedes aprender cosas nuevas y convertirte en alguien importante - comento, recordando las palabras de Mal -

Malia condujo dentro de una enorme propiedad, que era familiar para los niños que la acompañaban; así es, Issac también las acompañaba pero estaba bastante entretenido con su videojuego que casi no presto atención a la conversación.

- Por qué vinimos aquí? - pregunto Laura al bajar del vehículo -

- Vas a venderla, mamá? - pregunto Issac asomando la cabeza por la ventanilla -

- No voy a venderla - respondió Malia ofendida - Anda, baja de ahí y guarda esa cosas - ordenó mientras abría la puerta trasera del auto para hacer bajar a su hijo -

- Entonces... - insistió el rubio mirando a su madre -

- Vengan - les indico antes de dirigirse a la entrada -

Ambos niños se miraron confundidos entre si y se encogieron de hombros antes de correr hacia la mayor.

***

Caminaron detrás de Malia atravesando los largos pasillos de la mansión. El lugar estaba casi igual, algunas cosas habían cambiado y otras mejorado.

En los pasillos había cuadros de cada uno de los mutantes que había Sido parte de esa escuela años atrás. Pero había un pasillo en particular que resaltaba del resto; tenía estatuas de héroes a cada lado, con una alfombra roja y dos puertas de madera al final.

- Quiénes son? - pregunto Laura mientras observaba las estatuas al pasar -

- Los XMen - respondió Issac con orgullo, caminando a su lado -

Laura freno al momento de ver a su padre, la figura representaba a la perfección sus facciones serias e intimdantes.

- También lo extraño - comento Issac con un tono de melancolía - No era muy amoroso, pero demostraba su cariño de otras maneras -

- Cómo lo sabes? - indagó la niña -

- Cuidándote - respondió simple encogiéndose de hombros - Es algo que mamá siempre dice. No es necesario decir cuánto quieres a alguien, con las acciones es suficiente -

- Niños, por aquí - interrumpió Malia llamándolos desde el humbral de aquellas dos puertas -

Los aludidos se adentraron a una gran oficina con ventanas que daban la vista perfecta el enorme jardín.

- Está es la oficina de Charles - dedujo el niño rubio sentándose en uno de los sofás - Qué hacemos aquí? - pregunto mirando a su madre, quién tomaba asiento detrás del escritorio -

- Abriré la escuela - respondió la castaña con una sonrisa de labios - Será como antes, para mutantes -

- Pero los únicos mutantes son los amigos de Laura - dijo Issac frunciendo el ceño -

- Y los que rescataron del laboratorio - agrego Laura mirando a ambos -

- Son pocos niños para esta gran escuela - cuestiono Issac abriendo sus brazos en exageración -

- De hecho... - suspiro Malia dejando caer su espalda hacia atrás - Los archivos que Natasha pudo rescatar del laboratorio del Dr. Zander mantenía el registro de descendientes mutantes -