Capítulo 2

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Todos se bajaron del autobús con sus pertenencias, los de Sunnyvale ya habían llegado antes.

-¡Los consejeros de Shadyside por acá! - Rose se volteó y vio al proveniente de aquella frase, Nick Goode.

-¡Los campistas vayan al comedor, ahí les daremos el número de su cabaña! - grito Kurt, quien estaba al lado del pelinegro.

El grupo se dividió y los consejeros se reunieron en la cocina del comedor.

-Bueno las cabañas se dividirán para dos personas, aquí voy a dejar la lista con los nombres de las parejas para cada cabaña, y aquí están las llaves, hay dos, una para cada persona, en este llavero está el número de la cabaña – Kurt dejó todo sobre una mesa y todos se acercaron para observar la lista.

Rose miraba desde lejos, esperando a que todos se dejaran de amontonar para poder ver con quien compartía cabaña, pero su compañera de cuarto fue más rápida y se acercó a ella.

-Rose – la pelinegra se giró y vio a Joan, una chica que le parecía simpática – Soy Joan, tu compañera de cuarto, toma – le entregó una de las llaves – estas son las tuyas, ¿quieres qué vayamos juntas a desempacar todo después de entregarle las cabañas a los campistas?.

-Esta bien – le contestó Rose.

-Excelente – la morena la miraba con una sonrisa.

-Bueno – habló Nick, todos se quedaron callados y lo observaron con detenimiento – ahora dividan al grupo en Sunnyvale y Shadyside, se separará a los campistas por pueblo y aquí está la lista con los nombres – se acercó a entregarnos una hoja a cada uno – como pueden ver al lado está el número de cabaña, solo tienen que mencionar al grupo y su número, los dividen y aquí – enseño tres puñados de llaves – estos son los de Shadyside, tres de ustedes van a abrir las cabañas y el resto va a guiar a los grupos de campistas para sus cabañas, lo mismo para Sunnyvale.

-Bien, ya escucharon a Nick – continuó Kurt – dejen sus maletas aquí y cuando terminen esta actividad, vienen a recoger sus cosas, así se pueden instalar, los grupos de Sunnyvale se harán aquí en el comedor, y Shadyside afuera.

Todos dejaron sus maletas en el suelo y salieron, pero antes de salir Rose se acercó a tomar las llaves que dejó Nick en la mesa, una mano tomó las llaves antes de que la pelinegra lo hiciera, así que se giró para enfrentar a tal persona.

-Perdón – dijo Tommy Slater – pensé que no las iba a tomar nadie, tómalas – se las ofreció.

-No gracias, llévalas tu – caminó hacia la salida del comedor seguida por el rubio.

-Oye, espérame – se colocó frente ella, impidiéndole el paso – soy Thomas Slater, pero mis amigos me dicen Tommy – estiró su mano.

-Lo se – rodeó al chico y caminó hacia donde estaban reunidos los consejeros de Shadyside.

Aunque Rose lo quisiera engañar con su faceta ruda, ella conocía muy bien al chico, sabe que él es muy buen estudiante, nunca se mete en peleas, es responsable y muy caballeroso, era el perfecto Tommy. Le atraía físicamente, pues susodicho siempre se había interesado por la chica, cuando la molestaban aparecía en el momento justo, pero de tal manera Rose ya tenía controlada la situación; él intentaba acercarse pero la pelinegra no se lo permitía, pero ¿por qué?, de igual manera su mejor amiga Cindy, ella no quería que la vean con la rara, especialmente si intentaba ser la niña perfecta.

Después de una larga bienvenida al campamento, Rose y Joan se dirigían a su cabaña para desempacar sus cosas.

-¿Por qué no tienes amigos? - le preguntó la morena.

Prepárate para lo peor - Tommy SlaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora