La música sonó con todo su esplendor, los demás nobles se unieron a la pista de baile, mas el centro de atención fue Jhalbriand y Nayrla hasta que uno de los sirvientes se acercó a la orquesta, susurrando algo en el oído los músicos empezaron a tocar una melodía muy hermosa y nunca antes escuchada.
Una voz de fondo dijo:
—Cambio de parejas.
Por un momento se detuvieron en la pista de baile, Daneyri aprovechó esta oportunidad y de inmediato se sujetó del brazo del rubio mientras que Miriel agarro a la dulce Nayrla por la cintura apartandola del rubio.
El rubio se quedó estupefacto ante tal situación, trato de ir tras su amada pero Daneyri hizo un movimiento ocasionando que el príncipe casi se cayera.
Entre una sonrisa osada pronunció;
—No sabía que su Majestad era un pésimo bailarín.
Por primera vez en su vida escucho que alguien le hablará de esa manera, esa mujer le estaba retando y eso hirió su orgullo como príncipe heredero. Levanto su rostro y sonrió ante esa belleza desconocida y con tono de vos fuerte pronunció.
—La señorita aquí presente me acaba de retar a un duelo de baile, así que no me gustaría hacerle un desaire, empesar a tocar música del Reino del Sur.
La nobleza ante tales palabras del príncipe de alejaron de la pista de baile mientras susurraban lo complicado que era ese baile, otros criticaban a la rubia por bulgar. Solo el emperador con la emperatriz sonriendo ante la situación, sabían lo orgulloso que era su hijo y admiraron la valentía de la pelis rubia, la emperatriz sonrió al emperador diciéndole;
—Te daré los papeles de una de las minas de mi familia si pierde la hermosa dama.
El emperador con una sonrisa contestó a su emperatriz
—Hace años que no hacemos esto mi emperatriz, así que aceptó, te daré la joya del Imperio si gana la dama.
—Entonces es un trato.
La música empezó y los dos hicieron una reberencia, sin más comenzaron a bailar, ambos eran estupendos bailarines y ninguno cometía un error ni cedía terreno, la vista era maravillosa, la pelis rubia se movía con gracia al punto de parecer una hada, el rubio tampoco se queda atrás su belleza era intocable, acompañada de su sonrisa lo convertía en un ángel,
La música volvió a cambiar y la rubia cambió el juego, ella tomó el mando y con una sonrisa hizo girar a Jhalbriand ocasionando que este cometiera un error, pero se recuperó de inmediato y levanto a la rubia por los aires ocasionando que su velo se cayera, en solo cuestión de segundos la rubia colocó un abanico cubriendo su rostro solo el príncipe pudo ver el hermoso rostro de la rubia, al verla su rostro se sonrojo de inmediato ella era la mujer más hermosa que uviera visto, la rubia aprovechó esta oportunidad y con un solo movimiento dejó al príncipe fuera de la pista de baile mientras que ella hizo un último movimiento lleno de gracia logrando recuperar su velo.
Los aplausos llenaron el salón del banquete, muchas de las señoritas de la aristocracia se acercaron a la rubia llenas de curiosidad y ala gandola por su estupendo baile.
Por otra parte Jhalbriand aceptó la derrota, tomó una copa de vino para apagar su sed y se fue con su prometida.
—Emperador, esperó ver esa hermosa joya en mi cuello lo antes posible.
—No tiene que decirlo emperatriz mañana luciras esa joya, esa jovencita me sorprendió, nunca pensé que uviera alguien que podría ganarle a mi hijo en un baile.
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Voy a ser su amante
RomanceLa familia del Conde de Garneth cae en la ruina. Para poder salvarse de la miseria planean la boda de una de sus hijas con el Barón de Cheberlands, Daneyri la más hermosa sabiendo que ella será la elegida, se niega rotundamente a casarse con un viej...