Capítulo 1

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-Así que eres el hermano pequeño de Dany, ¿no?- preguntó Jungkook, sentado junto al azabache, quien ahora acariciaba a la rana con una pequeña hoja.

-Sip, tengo 21- dijo este, sin mirarle, demasiado concentrado en darle mimitos al animal.

Jungkook sonrió ante la escena.

-Parece que le gusta- dijo con una risa, al ver los ojitos del pequeño anfibio cerrados, mientras que su cabecita era acariciada.

Taehyung asintió.

-Supongo que cuando vives en un entorno tan complicado, como debe ser vivir siendo una rana salvaje... Las muestras de afecto de este tipo siempre son bien recibidas- explicó suavemente, haciendo que Jungkook se ensimismara en sus pensamientos, sin querer, comparándose con la pequeña rana.

Él estaba ahí con la única y sencilla razón de comprometerse, siguiendo el plan que sus padres habían impuesto para él a lo largo de su vida. Entorno complicado. Sin embargo, ni siquiera estaba presente en la cena en ese momento, sino que había preferido quedarse junto a aquel curioso chico que le había hecho olvidarse por un momento del matrimonio.

¿Acaso estaba dudando de la boda? Si antes no lo tenía claro, ahora era seguro. 

-Taehyung- le llamó, este mirándole-. Tú... ¿sabes si tu hermana estaba emocionada con todo esto del matrimonio concertado?- le preguntó, sin saber si realmente quería escuchar la respuesta.

Taehyung soltó una carcajada.

-Bueno, si consideras estar emocionada gritarle a su madre cada dos por tres lo mucho que la odia y quedarse encerrada en su habitación sin querer hablar con nadie porque 'le habíamos fastidiado la vida'... Entonces sí, súper emocionada- terminó, negando con la cabeza con una leve sonrisa.

Jungkook frunció el ceño. ¿Así que Dany no quería casarse? ¿La estaban obligando? 

Claro, Jungkook, en eso consisten los matrimonios concertados, idiota, se dijo a sí mismo.

Pero apartó esa idea de su cabeza, pues a él no le estaban obligando a nada, ¿verdad? Él hacía eso porque quería.

-¿Y tú, Jungkook?- la voz del joven distrajo al castaño de sus pensamientos, mirándole- ¿Estás emocionado por la boda?

-E-Eh, yo...

-¡Jeon Jungkook!- el grito de su madre desde la puerta que daba al jardín le interrumpió. Se levantó al momento del suelo y espolsó sus pantalones.

-L-Lo siento, debo irme- se disculpó ante el chico, que le miraba divertido-. Ha sido un placer conocerte, Taehyung.

-Lo mismo digo, cuñadito- dijo con una sonrisa, poniendo a Jungkook un tanto nervioso, mientras realizaba una reverencia y volvía a paso rápido hacia la puerta.

En cuanto estuvo frente su madre, casi tembló al ver su rostro completamente indignado con los brazos cruzados.

-Jeon Jungkook, ¿qué demonios crees que hacías ahí afuera?- preguntó bajo, pero con un tono enfadado.

-P-Perdón, yo... me distraje- dijo sin levantar la cabeza.

Su madre sólo resopló.

-Más te vale no arruinarlo y tener una buena explicación ante la señora Kim, Jungkook- le dijo, señalándole amenazadora con el dedo índice.

Jungkook simplemente asintió y entró, levantando la cabeza y mirando al resto de personas encontradas en la mesa, quienes le observaban con curiosidad. Avergonzado, hizo una reverencia.

-Pido disculpas por mi tardanza- dijo, mientras se acercaba a la mesa para sentarse-. He quedado ensimismado con su jardín, señores Kim. Es realmente una obra de arte.

Su madre asintió, conforme con la excusa, mientras que los Kim sonreían.

-Nos alegramos de que te guste, Jungkook- dijo el señor Kim.

-Sí, realmente fue un gran esfuerzo- le siguió la señora-. ¿No os gustaría celebrar la boda allí?

Jungkook abrió los ojos y trató de calmarse. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que un grito se escucho.

-¡Dios! Mamá, ¿puedes dejar de mencionar la boda cada dos segundos? ¡Me pones histérica!- exclamó Dany, seguido de un bufido, chocando sus cubiertos contra la mesa.

El señor Kim se levantó de la mesa, no soportando la situación, con la excusa de ir a por el postre. La señora, en cambio, solo apoyó los codos en la mesa y se llevó las manos a la cabeza.

-Kim Daniella, juro que si sueltas un comentario más de ese tipo y con ese tono, corto todas tus tarjetas de crédito.

Y así, como por arte de magia, Daniella no volvió a decir nada en toda la cena. Y no, Jungkook tampoco.

. . .

-Ha sido un placer teneros esta noche aquí, familia Jeon- dijo el señor Kim, estrechando la mano de los tres, consecutivamente.

-Lo mismo digo, Kim. Espero que pronto podamos llevar a cabo el compromiso oficial- dijo su padre, con una sonrisa.

Jungkook, siguiendo los modales que le habían enseñado, y bajo la atenta mirada de su madre, se acercó a Dany, cogiendo su mano al igual que cuando habían llegado y besando su dorso.

-Nos veremos pronto. Ha sido un placer conocerte, Kim Daniella- dijo con voz dulce, tratando de tapar el miedo que sentía de aquella chica.

Esta solo bufó apartando la mano.

-Sí, como sea. Nos veremos pronto, pichoncito- dijo con un tono burlón, antes de girarse y subir las escaleras.

Jungkook, sin saber bien qué hacer, solo se quedó mirando el interior de la casa, mientras sus padres seguían conversando para la próxima reunión. Notó cómo la puerta del jardín se abría y una cabecita asomaba, asegurándose de que no hubiera nadie.

Sus miradas se encontraron en la distancia, Taehyung sonriéndole y saludándole con la mano, antes de ir de puntillas hasta las escaleras y subir rápidamente, tratando de que sus padres no le pillaran.

Entonces, Jungkook suspiró, sin darse cuenta de que se había quedado sin aire por unos segundos.

Y es que antes, en la oscuridad, apenas había logrado ver su rostro. Pero en ese momento, iluminado por las luces del salón, pudo asegurar que Kim Taehyung era el ser más hermoso que jamás había visto.




¡Kim incorrecto! (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora