Capítulo 4

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El joven bajaba las escaleras, dispuesto a tomar su desayuno, cuando escuchó la voz de su madre desde el salón.

-Kim Taehyung, ¿puedes venir un momento, por favor?- escuchó que le pedía.

El chico, extrañado, hizo lo que se le pidió. Fue al salón y vio como su madre estaba sentada en la mesa principal, con una taza entre sus manos, quizá tomando su primer café del día. Taehyung se acercó a ella, quedando uno frente al otro, él de pie. La mirada fría de su madre le heló los huesos.

-¿Ocurre algo, madre?- preguntó con un poco de temor.

Su madre tardó unos segundos en contestar, poniendo nervioso a Taehyung.

-¿Qué demonios ocurrió ayer?- preguntó con un tono duro. 

-¿A qué te refieres?- frunció el ceño, sin entender muy bien la situación.

Su madre entonces dejó la taza en el mueble frente a ella.

-Cuando tu hermana se enfadó en la reunión de ayer- comenzó a explicar, mirando hacia la mesa-, subí a verla un rato, pero como ya sabes, es imposible hablar con ella en esas circunstancias. Así que volví a bajar.

Entonces le miró a los ojos, con una clara expresión de molestia en su rostro.

-Y vi cómo le mirabas, Taehyung.

El mencionado se tensó, empezando a comprender.

-Madre, yo no-

-Si piensas que voy a permitir que metas a ese joven en tus sucios juegos, estás muy equivocado- le interrumpió, levantándose y acercándose a su hijo, quien se encogió en su sitio asustado-. Ya suficiente hice con dejarte conocerlo, sabiendo las consecuencias que podría traer considerando tu... estado- dijo, frunciendo la nariz, denotando rechazo.

Taehyung aguantó las lágrimas, pues no era la primera vez que su madre mostraba esa reacción ante su orientación sexual.

-No quiero que vuelvas a estar presente si Jungkook está aquí, ¿me oyes?- le dijo, haciendo que el joven apretara los labios, mirando hacia otro lado- Ya suficiente tengo con que alguien como tú viva bajo mi techo, no les traigas esa desgracia a los señores Jeon.

Y así, sin más, su madre pasó por su lado, saliendo del salón, dejando a un Taehyung congelado y herido en medio de la habitación.

. . .

Hacía frío cuando salió del coche. Se despidió de su chofer, y salió del vehículo, dirigiéndose a la tienda frente a él. Sonrió y entró, sintiéndose como en casa.

Jungkook siempre había amado ese lugar. Era una hermosa tienda de música y cómics, sus dos cosas favoritas en el mundo. De pequeño, solía pedirle a su chofer que le llevara ahí todos los viernes después de clase, con el fin de deleitarse con el olor a libros y paz que transmitía ese lugar. Además, Jungkook era un gran amante de los cómics, siempre lo había sido. Sin embargo, sus padres nunca le habían comprado ninguno, pues según ellos eran productos infantiles e inmaduros. En su lugar, compraban novelas clásicas para que su joven hijo se 'culturizara' de una forma más tradicional.

Es por ello que se había convertido en su pasatiempo favorito, escaparse de casa de vez en cuando para ir a leer comics a la tienda.

Caminó por los estantes del lugar, sus ojos expandiéndose cada vez que veía algún comic sobre los Vengadores, sus manos picando por comprarlo. Pero tenía que conformarse con leerlos allí.

Suspiró y extendió su brazo, tomando uno de los cómics colocados ordenadamente sobre una mesa. Sin embargo, al levantar la mirada, se congeló en su sitio, antes de que una sonrisa apareciera en su rostro.

¡Kim incorrecto! (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora