Capítulo XXXVI

390 30 15
                                    

Odio esta vida.
 
 Odio a las personas.
 
 Odio todo lo que me rodea.
 
—Aome, baja de una vez—
 
—Ya voy—respondo recogiendo mi mochila.
 
Bajo lentamente las escaleras con la intensión de no toparme con esas personas.
 
—No regresaremos a cenar, hay dinero en la sala, tómalo y compra algo—dice mi tía saliendo junto con mi tío.
 
Mi desayuno está servido en la mesa, me siento comiéndolo en completo silencio.
 
—Te ves horrible con esas ojeras—me dice kikio.
 
—….—la ignoro.
 
Saca una manzana y se la come mientras camina.
 
—Eres un desgraciado para nuestra familia—me da la espalda—Será mejor que desaparezcas pronto—
 
—¿Enserio?—
 
—Será mejor que te independices lo más pronto posible y te vayas de esta familia a un lugar donde no sepamos de ti—
 
Es lo último que dice antes de irse dejándome sola mirando mi comida, no le tomo importancia y sigo comiendo en silencio. Salgo de la casa con  rumbo al instituto mientras tengo la mirada baja.
 
—¡Déjame mamá!—un niño hace un berrinche en medio del camino.
 
—Cariño, tenemos que ir a visitar a tu abuelo—dice la mujer con una mirada maternal.
 
—¡No quiero! ¡No quiero!—
 
—Si te portas bien te compro chocolatinas mágicas—sonríe.
 
—¿Chocolatinas mágicas?—pone toda su atención a su mamá.
 
—Así es, le diré a papá que compre  unos—Sonríe—Se un buen niño y recibirás tu premio—
 
—¡Si!—salta emocionado.
 
Observo como se van alejando, ignoro eso y retomo mi paso lento.
 
¿Chocolatinas mágicas? ¿Magia? ¿Se pone feliz con esas estúpidas mentiras?
 
Supongo que ante los ojos de un niño inocente, el mundo es algo mágico y hermoso. No tienen que preocuparse de cosas de adulto, su único deber es disfrutar su infancia…eso si tiene el privilegio de nacer en una familia amorosa y acogedora.
 
Sin embargo para mi no existió ese mundo de magia y color, jamás vi algo asombroso que me diese la felicidad, ni siquiera una mentira piadosa que me alegrase aunque sea un gramo, cuando era niña no se me permitió experimentar esas emociones o bueno, no me lo dieron.
 
Cuando fui una niña pensé que todo iba a mejorar, que podría ser feliz como cualquier otra persona, una con una vida normal.
 
Pero, ¿Por qué me trataban con tanta frialdad?
 
Mis pensamientos eran: “Por favor quiero saber por qué me tratan así….”
 
“¿Por qué todos me desprecian?"
 
“¿Por qué mis tíos me miran con odio?”
 
“¿Hice algo malo?”
 
 
Solo quería ser normal, tener amigos, una familia pero al final solo recibía desprecio y rechazo como si fuese el peor monstruo de todos, como si alguien como yo no valdría la pena. A pesar de mi corta edad tenía preguntas que no eran normales para una cría.
 
“¿Por qué nadie trata de ayudarme o explicarme que hice mal?”
 
Pero la única respuesta que recibía era : “desaparece de mi vista"
 
Nadie quería que me quedase aquí o haya, siempre me señalaban como un pobre niña que perdió a sus padres o como una mocosa que tiene pactos con el demonio para ver cosas no humanas, ni siquiera se tomaron la molestia de buscar si eso fue verdad.
 
En resumen, siempre me tuve a mi misma.
 
¿Cómo terminó esto así?
 
—Hoy te ves más deprimida de lo usual aome—
 
Ese demonio asqueroso….no deja de perseguirme, todo es por esto, mi vida es miserable por mis ojos….esta maldita visión que me permite ver lo sobrenatural. Camino sin hacerle caso.
 
—Oye, que te estoy hablando…—
 
Me alejo caminado deprisa, llego a mi instituto bajo la mirada atenta de mis compañeros.
 
—Viste…parecía que huía de algo…—
 
—Si, dicen que puede ver fantasmas….es una bruja–
 
—Que miedo…—
 
Ignoro esos comentarios hasta llegar a mi casillero pero nuevamente esta lleno de talismanes como siempre.
 
—¿No te gustaron?—dice rika.
 
Una compañera que me molesta para divertirse y pasar el rato burlándose de mi supuesta habilidad de lanzar hechizos.
 
—No gastes tus energías rika—
 
Su amiga me echa un jugo encima de mi cabeza.
 
—No ves que es un robot, ni siquiera reacciona—
 
—¡Ayame!—dice rika sorprendida.
 
De echo no me importa, sin embargo creo que tendré asustarla.
 
La miro fijamente hasta que su mirada se dirige a mi, entonces es cuando retrocede por mi sombría cara. Tomo un talismán de mi casillero y empiezo “a rezar"
 
—¡¿Qué esta haciendo?!—
 
—Ayame...¿Que hiciste?—
 
Ambas tiemblan un poco, descubrí un nueva manera de divertirme.
 
—Tus padres morirán en 10 días —digo lentamente.
 
—¡Ahhhh!—ambas gritan aterrorizadas.
 
Se van corriendo con lagrimas en los ojos ¿Se lo creyeron? ¿Enserio?
 
Mi ropa está mojada y no tengo un repuesto, será mejor que me salte las clases, nadie notará que estoy ausente en clase. Así que me voy a la azotea recibiendo miradas en el proceso.
 
—Que mierda de persona—un chico me mira con asco.
 
—¿Por qué no expulsan a esa maldita bruja?—murmura otro.
 
No reaccionó a esa palabras ya que después de todo soy objetivo de bullying y a muchos tipos de acoso escolar.
 
¿Qué hice para merecer su desprecio?
 
Aunque sus palabras vacías no me afectan esto se vuelve más agotador, camino en medio del pasillo mientras escucho las cosas horribles que me dicen. Una vez estando en la azotea me recuesto tratando de relajarme, no debo dejar que sus palabras me hieran. Voy limpiando el uniforme hasta que me detengo al pensar que yo no soy normal, si alguien es blanco de bullying lo normal es hablar con personas que puedan ayudarte o sufrir en silencio por que te sientes acorralado pero yo…
 
—¿Qué es lo que está mal conmigo?—murmuró para mi misma mientras veo el cielo.
 
No siento nada, aún cuando soy su blanco de acoso, no le tomo importancia como si no tuviera sentimientos.
 
Después de todo crecí de una manera un poco peculiar, esto ya es una costumbre.
 
Estoy bien.
 
Aunque me juzguen sin compasión.
 
 
Estoy bien.
 
Si el mundo me dio la espalda hace mucho tiempo.
 
 
Estoy bien.
 
Aunque todos me señalen con el dedo.
 
 
Estoy bien.
 
 
No importa si no tengo a nadie.
 
 
Estoy bien.
 
No debo dejar que sus acciones me afecten.
 
Estoy bien.
 
Incluso si veo sus máscaras de mentiras señalándome con falsa empatía.
 
Estoy bien.
 
 
Me conformo con estar solamente…bien…
 
 
 
¿Cómo termino esto así?
 
No….
 
 
—Ya recuerdo….—murmuró para mi misma cerrando mis ojos.
 
Todo esto empezó desde el momento en que llegué a este horrible mundo…..
 
Ahí fue cuando empezó…todo este maldito dolor.
 
De niña imaginaba que todo se resolvería, que mis tíos me aceptarían poco a poco, que mamá regresaría a mí pero fui estúpidamente ingenua, mis tíos empeoraron con el tiempo llegando a fingir que no existía, mis padres me abandonaron sin decirme nada, esperaba horas viendo la puerta pensando en que siquiera mi mamá regresará, que se arrepentiría o al menos que se sintiese culpable, aún así  nadie volvió a mi lado, sentí que mi vida se desmoronaba cada vez como arena entre mis pequeñas manos. No había muñecas, no había sueños, no había esperanzas para mi.
 
Pensaba que tal vez me porté mal o hice algo horrible para que se enojaran, primero quise mejorar para que mi mamá esté feliz conmigo que al menos me dejara decirle “mamá” pero a cambio solo me abandono con un pedazo de basura que ya no le era útil, luego quise complacer a mis tíos para sentirme un poco apreciada pero solo recibí desprecio.
 
Pero la pregunta que siempre rondaba en mi cabeza era:”¿Cuánto tiempo más podré soportar esto?”
 
“Cada vez era más doloroso esconder mi máscara de mentiras”
 
“Ayúdenme….me ahogo"  siempre quise decir esas palabras.
 
“Solo quiero tener a alguien….por favor"
 
“Una amigo...una hermana….unos padres….lo que sea….por favor no me den la espalda”

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 23, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

╚»★My world is you★«╝ [sesshome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora