Waisen © [Completa]✓

El internado

El internado Waisen, es a donde van solo un número escaso de jóvenes adolescentes donde sus familias no los pueden cuidar o al menos soportar.

Waisen es un nombre Alemán.
Su significado es algo gracioso pero al mismo tiempo más que obvio. "Huérfanos" es lo que significa Waisen .

La mayoría de los chicos del internado son huérfanos que fueron cuidados por algún familiar o amigo cercano a la familia. Pero por razones personales eran envidiados aquí; lejos de la sociedad y la gran ciudad. Waisen es eso, un hogar para aquellos que son despojados de sus familias, un hogar para aquellos que no tienen padres, un hogar para aquellos que no tienen a dónde ir.

—¿Laily soy yo o eres la única chica a la que le luce bien el uniforme? —pregunto Zack mientras me analizaba de arriba a bajo.

Yo me mire igual de analizante. Alce los hombros y seguí tomando un sorbo a mi taza de té, que el rubio me había preparado.

—Supongo que si. La verdad es que es solo ropa distintiva —dije sin emoción.

El uniforme era una camisa de manga larga blanca, una falda negra, una corbata negra y medias o calcetines blancos con los botines negros.

Yo usaba siempre la camisa de manga un poco ajustada, y mi falda no era tan larga, ni tan corta, solo estaba cinco centímetros arriba de la rodilla. Y tal vez me hacía un poco destacable el usar medias negras transparentes y no calcetines blancos.

Las demás seguían las órdenes por qué así ellas creían que debía ser. Pero a mí por alguna razón me gustaba siempre desafiarlas, y supongo que eso he hecho desde que conocí al de ojos verdes.

—Pues para mí eres la chicas más linda de Waisen. Aquí hay pura castaña o rubia. Pero una pelinegra no, así que deberías sentirte halagada por eso —comentó Zack mientras daba un mordisco a su manzana verde.

—Alguna vez... ¿Has querido ir al bosque? —pregunté por lo bajo.

El dejó de comer su manzana para pensarlo. Posó sus ojos azules sobre los míos negros y los entrecerró.

—Supongo que... Supongo que algún día tenemos que ir a ese lugar. Por qué... No pienso estar aquí más tiempo —susurro entre dientes

—¿Por qué te quieres ir? —pregunté acercándome a él un poco más.

El dió otro mordisco a su manzana y me miró.

—Tengo diecisiete años, Laily. Pronto dieciocho; no puedo estar aquí el resto de mi vida. No nos dejaran salir de aquí hasta que tengamos veinticinco ¿Crees que quiero desperdiciar toda esa buena juventud?.

Zack era un chico coqueto, pero dejando de lado eso, siempre demostró ser bueno y amable, al menos conmigo, pero lo es. Y era cierto lo que el decía: no nos van a dejar ir de aquí hasta esa edad.