Desaparecidas

capítulo 4: La denuncia.

¿En qué momento llegó este caos a mi vida? ¿Cómo llegué a meterme en este tipo de situaciones donde mi estabilidad emocional pendía de un diminuto hilo? Por cada segundo que pasaba la situación empeoraba llenando mi mente con una lista de preguntas interminables. ¿Por qué se llevaron a Morgan? ¿Tendrá algo que ver con las desapariciones?

Mis piernas se movían de un lado a otro, llenando el espacio del salón de mi casa en intervalos tiempo, mi ansioso cuerpo estuvo en cada esquina, casi le abro un hueco a la alfombra con mis pazos y en mis dedos no quedaban uñas que pudiera morder.

La curiosidad me carcomía por dentro, destrozando mi estabilidad emocional, yo solo quería respuestas, y la persona que podía responder gran parte de mis interrogantes era mi hermano.

«Pensaba que estabas molesta con él.»

Y si, todavía lo estaba, pero en este momento podía hacer una excepción con tal de saber por qué apresaron a Morgan.

Mi cuerpo detuvo su movimiento y se puso rígido cuando escuché el sonido de la cerradura, alguien estaba tratando de abrir la puerta y no podría ser otra persona más que Jordan ya que además de mí era el único que tenía acceso a nuestra casa.

La puerta se abrió de súbito y apareció la figura masculina de mi hermano portando su uniforme con cara de cansancio.

- ¿Qué hizo? -No hacía falta que dijera el nombre, Jordan me conocía a la perfección y podía deducir que estaba hablando de Morgan.

-Sabes que no puedo darte esa información, los casos son confidenciales. -Mi hermano pasó por mi lado sin siquiera mirarme y se dirigió hacia la cocina, abrió la nevera y se sirvió un poco de agua en un vaso de vidrio para calmar su sed. Su garganta subía y bajaba a medida que el líquido entraba en su organismo y un pequeño hilo de este bajó por su boca con descuido haciendo que el cuello de su uniforme azul se mojara.

-Sé que no tienes permitido contarle a nadie, pero soy tu hermana, no soy una extraña y ese chico me preocupa, así que por favor cuéntame que es lo que está pasando. -Mis palabras fueron sinceras, pero el rostro de mi hermano se mantenía serio demostrando que mis palabras no lo habían conmovido y que sacarle dicha información me costaría un poco más.

-Ahora resulta que me consideras tu hermano y hasta pides las cosas de favor, es increíble lo amable que puedes ser cuando realmente quieres algo y lo desagradable que eres cuando estás en desacuerdo, como anoche, cuando te enteraste de lo mío con Mónica. - Jordan mostraba estar tan molesto conmigo como yo con él, ambos nos habíamos ocultado cosas y podía esperar que me tratara de esa manera cuando yo lo traté mucho peor la noche anterior.

- ¡No tienes derecho a sacarme estas cosas en cara! ¡Sabes que hiciste mal en no decirme! -Dije en voz alta.

-Y tú no tienes derecho de molestarte conmigo cuando tu hacías exactamente lo mismo -Dijo Jordan siendo todo lo contrario a mí, este estaba más calmado y sereno, demostrando tener el control de la situación y de sus sentimientos, demostrando ser alguien mucho más maduro que yo.

-No es lo mismo - De verdad me estaba costando dar el brazo a torcer, y es que yo era así, jamás le daba la razón a otra persona, más bien era todo lo contrario, lo que hacía era quitársela, arrebatársela como si esta me hubiera pertenecido desde un principio, me costaba la vida pedir perdón y admitir mis errores, esto era como mi instinto de supervivencia y no me excusaba, sabía que ese era uno de mis mayores defectos, pero jamás lo admitiría en voz alta.

-Por supuesto que no es lo mismo. Morgan te ha utilizado, ha jugado contigo, es un idiota con aires de superioridad que no te da valor, no te da lo que realmente mereces, no te tiene en cuenta y para él no eres nada. -Mierda, esto estaba siendo mucho más difícil de lo que pensé, mi hermano tenía mucha razón en lo que decía y oír la verdad salir de su boca dolió como mil cuchillos clavándose en mi pecho. ¿Cómo podía ser tan estúpida? ¿Cómo podía permitir esos tratos por parte de Morgan y tolerarlos sin ningún problema?