Visitar al lobo fue una rutina de una semana, que terminó solo cuando Jungkook estuvo estable para soportar no verlo al menos dos días.Seguía sin asistir a la escuela y la búsqueda de alguien que supiera romper lazos parecía en un punto muerto.
Lo más extraño de todo y que Jimin aún no le contaba a alguien es que también había comenzado a sentirse mal. Despertaba por las noches con un profundo dolor en el pecho que muchas veces no le dejaba respirar, su madre había tenido que llevarlo al hospital dos veces porque la asfixia parecía intensificarse.
Solo entonces se había atrevido a contarle lo que estaba sucediendo. Al principio se emocionó pero al escuchar que el Alfa lo odiaba simplemente le había abrazado, Jimin no lo entendía, se sentía rechazado y abandonado.
Sentía que necesitaba a Jungkook en esos momentos de la noche cuando se ahogaba y no había nadie para protegerlo. Cuando el sentimiento de agonía lo consumía, lo primero en que pensaba era en Jungkook, en buscarlo y aferrarse a él.
No era lógico.
Jimin jadea otra vez llevándose una mano al pecho, estaba preparándose para la visita al lobo cuando un intenso dolor en el pecho lo había dejado de rodillas contra el suelo.
Inhala y exhala varias veces intentando disminuir la presión, sus brazos y piernas hormiguean imposibilitando la tarea de incorporarse.
Debía al menos llegar al teléfono para pedir ayuda, su madre estaba en el trabajo y no volvería hasta el día siguiente. La pulsación lo ataca otra vez y gime de dolor, su alrededor gira y sabe que en cualquier momento va a desmayarse.
A este paso acabaría muerto, los doctores no podían identificar el problema y por lo tanto no había algún tratamiento que ayudara, ni siquiera tomar píldoras ayudaba.
Otra pulsación pesada debilita sus brazos y cae de cara al suelo. El mundo a su alrededor comienza a tornarse borroso, como si algo obstruyera su vista a pesar de parpadear.
Y lo único que la mente de Jimin podía repetir era Jungkook.
Jungkook. Jungkook. Jungkook.
Como si el pensar en él pudiera aliviar todo el dolor, lo cual era estúpido, ese chico no podría traer algún bien en su vida, se detestaban, lo había tratado como la mierda desde que llegó al pueblo, no podía ser esa ancla que su cerebro pedía.
Entre pensamientos vagos, siente el suelo vibrar con violencia y no sabe si es producto de su imaginación al estar desmayándose, pero no importa cuando alguien ingresa al cuarto. Jimin solo puede ver sus pies, la presión en su pecho seguía sin permitirle moverse.
— Joder.
Una mano acaricia el costado de su cabeza y mágicamente el dolor disminuye un poco, dejándole inhalar un poco de oxígeno sin sentir que le explotarían los pulmones.
— Tenemos que hacer algo, él también está sufriendo.
Las voces se distorsionan junto a sus latidos frenéticos, son confusas pero familiares. Están preocupados, ¿de él?
— Jimin, aquí estoy. – Es arrastrado con delicadeza, el calor de otro cuerpo cubre el suyo regalándole unos momentos de paz — Necesito que luches conmigo.
¿Luchar?
Lo único que quería era recostarse y dejarse ir en esa calma después de tanto dolor.
— Jungkook, él n-
— Cállate. Déjanos solos y ve a buscar a la abuela. – Era él. Jungkook. Jungkook. Jungkook. — Estoy aquí Jimin, puedes dejar de resistirte.
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I HATE YOU! soulmate kookmin #1 Saga Soulmates
Fanfiction𝐽𝑖𝑚𝑖𝑛 𝑣𝑖𝑣𝑒 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑒𝑥𝑖𝑠𝑡𝑒𝑛 ℎ𝑢𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑡𝑎𝑑 𝑎𝑛𝑖𝑚𝑎𝑙, 𝑒𝑙 𝑡𝑖́𝑝𝑖𝑐𝑜 𝑎𝑙𝑓𝑎 𝑏𝑒𝑡𝑎 𝑦 𝑜𝑚𝑒𝑔𝑎. 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒𝑡𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒𝑛 𝑓𝑎𝑠𝑐𝑖𝑛𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙...