08: Own.

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Las visitas jamás se detienen, son intensas, incómodas y le aplastan el corazón poco a poco. Jimin no se ve capaz de seguir con eso, no cuando cada segundo al lado de Jungkook significa quererlo un poco más, sus pucheros, sus ojos curiosos, su risa tímida y las cortas conversaciones sobre todo y nada.

Era un castigo y un sueño.

Jamás habría imaginado estar sentado en el patio trasero de la casa Jeon con el hijo mayor a su lado, riendo y disfrutando de su compañía.

Las cosas estaban cambiando, y eso le asustaba, porque le estaba empezando a gustar, y todo desaparecería en cuanto rompieran el lazo.

— Te ves mejor. — Dice Jimin de repente.

— ¿De verdad?

— Claro, hace días que estás fuera de cama y tu rostro recobró su color natural.

Jungkook sonríe y se rasca la nuca.

— Es gracias a ti.

— Es un placer ayudar a la causa.

Ambos ríen de eso, luego el lobo se queda serio por completo.

— Escucha Jimin, quiero disculparme por haber sido un idiota contigo.

— Está bien – Agita la mano restándole importancia — Xiaomi me explicó todo, y aunque todas sus costumbres y reglas siguen siendo algo injustas y extrañas para mi, entiendo que solo quieres proteger a tu familia.

— Pero tenías razón. No siempre estaré para ellos y enseñarles a ser fuertes es lo mejor. Me enojaba tanto que quisieras enseñarle a Hoseok a vivir, sentía que lo pondrías en peligro, cuando el único en hacerlo fui yo al impedirle decidir por él.

— Pero ahora lo entiendes – Sin pensarlo dos veces, Jimin lleva una mano sobre la de Jungkook como apoyo — Eres un buen hermano Jungkook.

El lobo observa donde sus manos se tocan, da leves caricias con el pulgar que le erizan la piel. Sus ojos conectan de inmediato, como si se hubieran buscado por horas, la mirada intensa quema su cuerpo encendiendo su sangre, las ansias por acercarse más, por sentir su calor y recibir esa boca húmeda que siempre parece lista para devorarlo.

El lobo se acerca dispuesto a ir por ello, llegando a rozar sus labios efímeramente antes de que Jimin se aleje. La promesa de no obligar al chico sigue en pie, por más que le duela negaría cualquier contacto íntimo que incentivara al lobo y perjudicara a Jungkook.

— Debería irme ya.

— No te vayas. – Jungkook lo detiene antes de que se levante, tomándolo de la nuca y murmurando cada palabra sobre su boca — Por favor Jimin, solo...

El roce suave manda un escalofrío por su espina dorsal, quiere besarlo, lo necesita. Se miran a los ojos sabiendo lo que quieren, el negro profundo se convierte en rojo y el lobo es quien termina con la distancia, besándolo con ansias como siempre, impacientado por tocarlo, por tenerlo cerca.

Jimin quiere alejarse, hace lo posible por separarse pero Jungkook lo sujeta con más fuerza y lo enjaula contra el suelo, dejándolo quieto.

— Soy Jungkook, soy yo, Jimin – Dice desesperado — Este soy yo, queriéndote.

— No, no es así. — Su voz tiembla.

— Mírame – Jungkook pide, sujetando su rostro pero Jimin se niega — Por favor, mírame y deja de huir, te quiero, yo, Jungkook, este corazón, no el humano o el lobo, yo.

I HATE YOU! soulmate kookmin #1 Saga Soulmates Donde viven las historias. Descúbrelo ahora