chapter 24:

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Capítulo 24

Durante el desayuno a la mañana siguiente, tres niños todavía medio dormidos mientras comen su primera de muchas comidas (para la desesperación y el deleite de Thatch, Ace todavía no está seguro) Marco emerge y se acerca a su mesa, ahora ocupada por más de tres ex esclavos cautelosos. Haruta, Thatch, Namur y Curiel son visitantes habituales ahora, lo han sido durante un tiempo, y ahora este pequeño rincón de la cocina no conoce la paz ni la limpieza cuando los trozos de comida salen volando (si es que pueden escapar del alcance gomoso de Luffy).

A Ace no le importa la compañía. Realmente, es tan divertido como lo había sido "cenar" con bandidos de la montaña.

El primer oficial se desliza hacia su rincón, esquivando las extremidades de goma y los proyectiles de comida como si fuera una segunda naturaleza (muy bien podría ser, con una tripulación tan grande y escandalosa como esta) y les hace saber que un pequeño equipo de comandantes selectos se irá con Thatch para un desvío rápido a una isla cercana para recoger suministros; el viaje durará unos dos días, tres como máximo, dado que no hay incidentes o un clima inédito que los mantenga a raya.

Ace está listo para encogerse de hombros y volver a comer. No es raro que los comandantes o incluso los miembros de la división despeguen en sus propias empresas del tiempo: Jozu mencionó a un tipo llamado Teach o algo que aún no ha regresado de un viaje que involucra un asunto personal por el que ninguno de ellos quiere molestarlo; a menos que afecte a la tripulación de alguna manera, el asunto de cualquier hombre es suyo. Ace respeta eso.

Sin embargo - "Ace, Sabo, Luffy. Con el permiso de Pop, ustedes tres irán con ellos esta tarde, yoi", agrega Marco.

Sabo se atraganta con sus huevos revueltos, Curiel alarga la mano para palmear su espalda inútilmente. Luffy, con las mejillas llenas de tocino y salchichas, gira su cabeza en un ángulo de 180 (ganándose un chillido indigno de Haruta que se cae de la silla) para mirar a Marco con los ojos muy abiertos y brillantes. Ace, mientras tanto, deja caer el tenedor y la mandíbula.

Dicho hombre fénix les sonríe, totalmente divertido. Ace sería un tonto si no notara el ligero pellizco entre su frente, un gesto de preocupación con el que el trío está muy familiarizado, especialmente cuando se trata de ellos. Desafortunadamente, ocurre con frecuencia. "Sí. Lo creas o no, Pops cree que será una buena idea dejar que tres imanes problemáticos se suban a un bote con uno de nuestros imanes problemáticos más grandes, yoi", continúa, ignorando el graznido ofensivo de Thatch con el entusiasmo practicado. hermano mayor estaría muy orgulloso. Ace ciertamente lo es.

Fuera del peligro de asfixia, Sabo mira a Luffy, el chico de goma en cuestión sonriendo de oreja a oreja mientras vibra en su asiento. Por supuesto, la rubia no puede evitar devolvérselo, y la pareja se choca los cinco, emocionada por esta nueva e inesperada aventura. Ace mira y mira fijamente.

¿ Realmente quieren que vengan? ¿En un viaje de compras ? ¿Después de no uno, sino dos incidentes en los que resultaron demasiado problemáticos para dejarlos sueltos del Moby por un período de tiempo?

Ace quiere llamar al toro. Marco no puede decir esto en serio.

Sin embargo, la expresión del hombre es un libro abierto esta vez, y Ace no encuentra el chiste. Habla en serio. Más extraño aún, es la decisión de Whitebeard, su decisión de permitir que dichos malhechores lo acompañen. Ni de Marco, ni de Thatch, ni siquiera de Haruta o Izo. Solo Barbablanca.

Algo surge en el pecho de Ace. ¿Una extraña mezcla de gratitud, confusión ... e independencia?

(Ha sido independiente desde que tenía cinco años. Dejado por los bandidos y su (en su mayoría) indiferente madre adoptiva a sus propios dispositivos, dejado para explorar y luego conquistar la jungla. A los diez años, podría matar a un jabalí tres veces mayor que su tamaño y fuerza por sí mismo. - No hay adultos que le ofrezcan ayuda o le adviertan de los peligros. Podía cuidarse a sí mismo muy bien.

deja que las sombras caigan atrás de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora