deja que las sombras caigan atrás de tí

chapter 28:

Capitulo 28

En el momento en que Pops entrega a los niños de su agarre protector e Izo coloca a Luffy sobre su espalda, con los brazos en forma de bucle bajo sus rodillas, el Comandante está seguro de que el niño está a punto de quedarse dormido contra él. Sin embargo, difícilmente se le puede culpar. La pobre está flácida como una muñeca de trapo, empapada y helada hasta el hueso gomoso (o eso piensa Izo, ¿ son los huesos de Luffy de goma?), Muy parecido al resto de la tripulación, que se arrastra a regañadientes del suelo o simplemente sucumben. al cansancio y yacer allí, tendido a lo largo de las tablas del suelo como una estrella de mar agonizante.

Todo excepto Marco, por supuesto, quien solo tiene un caso de escalofríos y molestia general de pájaro mientras patea suavemente a los que aún están en el suelo hasta que se ponen de pie, refunfuñando y quejándose todo el tiempo. Una vez hecho esto, el primer oficial en cuestión, con la ayuda de su División y un puñado de enfermeras, patrulla la cubierta para llevar a los heridos, menores o de otro tipo, a la enfermería para un chequeo.

Izo observa por el rabillo del ojo, observa a su hermano "mayor" luchar contra un estornudo y cruzar los brazos en un esfuerzo por ocultar sus escalofríos, y niega con la cabeza. Buscando a los demás antes que a sí mismo, como siempre. Cariñoso y tonto, e Izo lo ama por eso. Sin embargo, le hace preguntarse por qué diablos la gallina de la tripulación (juego de palabras muy intencionado) permitió que sus miembros más nuevos sufrieran con ellos a través de una tormenta tan atroz, la amenaza de lesiones o algo peor, demasiado alto para arriesgarse. Pero sufrieron, y maldición si Izo no está en lo más mínimo orgulloso de los pequeños soldados por sus esfuerzos, su valentía.

O quizás es sólo la imprudencia que se hace cargo; es contagioso en este barco. Se podría decir que es hereditario.

Aparte de eso, Izo sonríe con la energía que le queda y estira el cuello para mirar la parte superior de la cabeza de Luffy, el sombrero de paja goteando que cuelga de forma segura por la cuerda. "Ya está, pequeño", dice en voz baja, sonriendo más ampliamente cuando Luffy casi le acaricia el hombro con la cara. "Vamos a hacer que se duchen y se cambien, muchachos, ¿de acuerdo? Entonces serán libres de hacer lo que quieran, lo cual espero sinceramente sea 'dormir todo el día y no causar más problemas al pobre Izo'".

El niño no se ríe, asiente ni responde de ninguna manera, quizás demasiado cansado para hacer eso, e Izo podría arrullar al verlo, a los tres, mientras sigue a Jozu hasta la cabaña del niño. , Ace se acurrucó de forma segura contra el pecho del hombre más grande. Le hace pensar en cachorros de tigre después de una pelea o un baño no programado, piense en la primera vez que estos cachorros se bañaron en su primer (?) Día a bordo. Se siente hace tanto tiempo ahora, y mira lo lejos que han llegado desde entonces.

Pops tenía razón. Han subestimado enormemente a estos niños. Estos jóvenes hombres .

"Aquí, comandante, los tengo para usted. Mejor que se seque y se ocupe de sus hombres, yo tengo este".

La alegre voz de Teach saca a Izo de su ensueño. Gira la cabeza para ver como Rakuyo le entrega a Sabo al hombre más grande con un cansado resoplido de gratitud, alborotando el desastre de rizos de Sabo con áspero afecto antes de apresurarse a atender a su propia División. Teach acomoda a Sabo en sus brazos con cuidado, su expresión delata su leve torpeza, lo que todos habían tenido una vez alrededor de los chicos antes de que encontraran su ritmo. Izo no puede evitar sonreír suavemente ante la vista.

Marshall. D Teach ha existido desde los primeros días de las tripulaciones, más o menos cuando Izo finalmente sacó el palo de su propio trasero y se unió. Es un tipo extraño (también lo es el resto de la tripulación, incluido el capitán), pero un miembro de la familia de principio a fin. Su lealtad es incuestionable, hacia la tripulación, su padre y sus costumbres, siempre uno de los primeros en echar una mano a un hermano o hermana que lucha sin importar las tormentas. Él e Izo no son particularmente cercanos, pero de todos modos están en términos más que amistosos.