El jefe de Dulce se ha vuelto loco. Ella lleva años siendo su asistente personal y siempre ha sabido que tenía una vena salvaje, ¡pero esto supera a todo lo demás! Ahora va y le pide que se acueste con él. ¿Y por qué? Porque acaba de dejar de fumar...
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—Por favor. No te lo pediría si no fuera importante.
Dulce miró al hombre sentado enfrente y que debajo de la mesa movía compulsivamente la rodilla arriba y abajo, haciendo pedazos con los dedos la servilleta de papel que le había birlado.
—¡Pero Chris no entiendo cómo puedes pedirme esto!
—¿Por qué no? Después de todo eres mi asistente personal.
—Exacto. Lo que significa que me ocupo de tus perros, me aseguro de que tu nevera esté llena. Te traigo el café. Esto es... ¡Vale que me pagas el sueldo pero esto no significa que esté dispuesta a ser una prostituta! —Había alzado la voz y miró alrededor del tranquilo Starbucks para asegurarse de que nadie había oído la última parte de su perorata.
—¡Coño! No te estoy pidiendo que te prostituyas —maldijo mientras tomaba un sorbo de su café hirviendo.
—Simplemente necesito ayuda mientras me estoy desintoxicando.
—¡Qué sólo estás dejando de fumar!
—Y eso significa que sólo me queda un vicio, dulce. Sólo uno. Necesito sexo. Necesito algo que ocupe mi mente y mis manos. En todo lo que puedo pensar es en otro cigarrillo. Entre eso y mis ansias de alcohol, he alcanzado el límite. Por favor, dulce. -Su voz sonó tan desesperada que se vio empezando a asentir.
—Chris , yo...
—Por favor.
—¿Por qué yo? ¿Por qué no te buscas a una de tus ex? Siempre estás de juerga. Estoy segura de que puedes encontrar a alguien que estaría interesado en fo*lllar contigo a diario.
—¿Qué te crees que he estado haciendo esta última semana? —Le gruñó—. No puedo soportarlas. Necesito alguien en quien pueda confiar. Te necesito... a ti.
Mierda, ¡eso no era justo! ¡No podía ser bueno y esperar que ella... argg!
—Me contrataste porque no soy tu tipo. ¿Recuerdas?
—Lo recuerdo. Por eso eres perfecta. No intimaremos, quiero decir que no iremos más allá. No quieres ser mi novia y después seguirás trabajando para mí. ¿De acuerdo?
—Pero...
Él siguió como si ella no le hubiera interrumpido.
—Haré que valga la pena, lo prometo.
—¡No quiero más dinero! —Gritó ella—. ¿Por quién me tomas? Si accedo a esto, será sólo porque eres un amigo y no quiero que, ya sabes...
—¿Recaiga?
—Si. —Se humedeció los labios—. ¿Por qué dejaste de fumar si sabías que iba a ser tan duro? ¿Estás seguro de que es necesario...?
La interrumpió una vez más.
—El médico me dijo que tenía que dejar de fumar si quería seguir cantando. Me conoces, nena. Sabes que tengo que cantar. Y si eso significa basta de cigarrillos, entonces que así sea.
—No es así de fácil, chris . ¿No te dio algo el médico para aliviar tus necesidades? Chicles, parches, ¿algo?
—Lo he probado todo pero no funciona nada. Incluso he ido a un acupuntor esta mañana. Pero no, la única vez que no sentí la necesidad de un cigarrillo fue cuando estaba follándome a aquella chica la otra noche.
Demasiada información, pensó dulce, sintiendo vergüenza ajena. Joder, ¿cómo podía pensar en eso? Si él se salía con la suya, estaría pronto debajo suyo. Era su jefe. Se había acostumbrado a pensar en él de esa forma. Entonces, ¿por qué tenía que cambiar ahora?
—¿Estás seguro de que no puedes encontrar a nadie más? ¿Alguien del estilo de tus conquistas habituales? Ya sabes, alta, de pelo rubio, etc....
—Dulce. —Le agarró la mano a través de la mesa—. ¿En serio piensas que te lo habría pedido si ya no lo hubiera intentado con todas en las que había pensado? —Ella se lo quedó mirando, preguntándose si se daba cuenta de lo grosero que sonaba aquello.
Como si ella fuera la última solución e incluso si no estaba a la altura de sus estándares, no tenía elección—. Por favor, dulce. No durará mucho. Solo necesito sacar toda la nicotina de mi cuerpo y entonces el médico dice que será más fácil. Por favor. —Le apretó las manos con las suyas y la atrapó con la mirada. Ella intentó decir que no.
En serio, lo intentó. Pero todo lo que le salió fue un balbuceo y un asentimiento.
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