↝ 0.8 Jodidamente Genial

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📍Jodidamente Genial

—¿Christopher ?

—Dulce se estaba preguntando lo que estaba pasando.

Él se había quitado su ropa y ahora no estaba haciendo nada. ¿Qué demonios pasaba?

— ¿Chris ?

—Estoy aquí, nena. Sólo que...

—Él se detuvo de golpe. No podía decirle que había estado admirando su cuerpo.

No podía saber que él podía verla. Tenía que hacerle entender que le gustaba su cuerpo, que pensaba que era hermosa debajo de aquellas feas ropas que llevaba siempre.

Sabía que las llevaba para ocultarse del mundo, pero él siempre había sabido que sería asombrosa.
Y lo era. Vaya si lo era.
Sabía que probablemente no estaba siendo muy racional, pero no le importaba.

Después de todo, estaba enamorado. Decidido a hacerle ver la luz, se inclinó y tomó sus labios en un profundo beso.

Su lengua se deslizó en su boca y jugueteó con la de ella, su mano automáticamente descansó en uno de sus pechos.

Dios, adoraba sus senos.

Quería jugar con ellos toda la noche.

Entonces iría a sus partes de abajo y la haría correrse tantas veces que sería como masilla entre sus dedos.

Le sacaría la venda y ella estaría tan maravillada que caería sobre él y lo montaría hasta el olvido.

Él rompió el beso y le dijo a su mente que se callara de una vez. Tenía que dejar de fantasear.
Estaba ahí.

El momento que había estado esperando. No tenía que soñar más. Ella estaba ahí, deseosa o casi, y desnuda para su disfrute.

Con una sonrisa de oreja a oreja, le abrió las piernas y se arrodilló entre ellas, abrazándose con las manos. Su boca viajó de su cuello a su clavícula, mordisqueándola allí por donde bajaba.

Ahí fue cuando decidió que no podía esperar más: tenía que saborear sus pechos de nuevo. Con la punta de su lengua le tocó el pezón izquierdo y ella jadeó. No estaba sorprendido de que fuera tan sensible. Ella se había negado a sí misma durante tanto tiempo que seguro que iba a explotar pronto.

Ay dios, probablemente no debería haber pensado en eso. Su polla se endureció hasta dolerle y él hizo una mueca.

—¿Christopher ?

—Sí, nena, estoy aquí.

—Pero... —ella se calló, de repente, insegura. ¿De verdad quería saber por qué él no dejaba de ir deteniéndose? Tal vez era porque no estaba seguro de querer eso. Tal vez a él no le gustaba cómo se sentía su piel o cómo besaba. Si, seguro que era eso.

—Lo siento nena, pero estoy tan caliente que necesito ir... ir deteniéndome de vez en cuando.

Ella frunció el ceño bajo la venda.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir que quiero hacer que esto sea bueno para ti. Si escuchara a mi p,olla ya te la habría metido hasta el fondo.

—¡Entonces hazlo! Tómame,Christopher, si es eso lo que necesitas.

Él ya estaba meneando la cabeza antes de que ella incluso terminara de hablar. No importaba que no pudiera verlo. Él la conocía y sabía porqué lo estaba diciendo. Todavía intentaba hacer su trabajo, agradarlo con todo lo que poseía.

"EL ULTIMO VICIO"/HOT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora