OO6:; Una última carta

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Luego de lo sucedido en aquella misión, al otro día regresaron a la aldea, Hinata y Naruto se mantuvieron alejados y no compartieron ni una mirada, era lo mejor que podía pasar. Sai quiso acercarse a su amigo rubio para hablar con él pero este se encontraba bastante deprimido como para recordarle lo que había visto con Hinata anoche, así que decidió no molestarlo, sabía por libros que había leído que recordarle a una persona un momento triste de su vida y más cuando es algo reciente puede hacer hasta llorar a las personas y no tenia ganas de tener que consolar a alguien porque no sabría como hacerlo.

Luego de notificarles al Hokage el éxito se la misión y los detalles, cada uno se fue a su casa a descansar adecuadamente. El rubio llegó a su departamento, siendo recibido por el habitual silencio. Se quito las sandalias y se dirigió directamente a su pequeña habitación, al llegar se tiraría inmediatamente en su cama y cerraría las cortinas para que así la luz del sol de la mañana no lo molestara. Así, poco a poco se iría quedando dormido, esperando despertar y que todo lo que estaba pasando no fuera más que una terrible pesadilla.

De repente estaría en un prado hermoso lleno de girasoles, los rayos del sol se posarian en su piel. Sólo podía sentir paz y tranquilidad, era algo que no había sentido desde hace mucho tiempo...cuando unos brazos pasan por su cuello, así abrazandolo por detrás, gira su cabeza ligeramente hacia atrás para ver quien es la persona que lo abrazaria de aquella forma y su corazón comienza a latir descontroladamente contra su pecho al darse cuenta de quién era aquella persona.

—Hi-Hinata— la azabache le regala una sonrisa, su cabello seguía largo como siempre y llevaba puesto un hermoso vestido blanco con pequeños girasoles como estampado.

—Naruto-kun, creo que ya es hora de irnos a casa, cariño— diría ella con un tono de voz dulce, logrando que las mejillas del rubio se fueran poniendo rojas.

—¿Por qué? Se siente tanta paz aquí— hablaría el Uzumaki con una pequeña sonrisa, logrando que la chica sonriera de igual manera al verlo tan relajado y feliz.

—Los niños se quedaron dormidos, no pudieron con el sueño luego de jugar tanto— reiría levemente, señalando como dos niños se encontraban durmiendo bajo la sombra de un árbol, sorprendiendo a Naruto al verlos, ¿Esos eran sus hijos?

Aquello era una maravilla para Naruto, sus ojos se llenaron de lágrimas y tomó a Hinata para así colocarla sentada entre sus piernas y pegando la espalda de ella a su pecho. Su olor a vainilla y fresas se colaria en su nariz y solo lo haría sonreír aun más.

—Te amo, Hinata, quiero quedarme así toda la vida, contigo y con los niños, quiero detener el tiempo a este momento perfecto, donde solo somos tú y yo— dejaría un beso sobre la mejilla de la Hyūga, notando su sonrojo y su pequeña sonrisa tímida.

—Yo también te amo Naruto-kun, jamás dejaré de hacerlo— giraria su cabeza levemente hacia él, viéndose asi a los ojos, azul contra perla, ella veía el cielo en sus ojos y el veía la luna en los de ella.

Se fueron acercando aún más hasta chocar sus frentes, la respiración caliende de ambos chocaba contra el otro, solo deseaban besarse, tocar los labios del otro para asi demostrarse en aquel acto, todo el amor que tenían hacia el otro.

Y hubiera sucedido si en ese momento el rubio no se hubiera despertado exaltado ante el sonido de su despertador, así arruinando aquel maravilloso momento que aunque lo sacó del mundo de los sueños se maldijo porque todo aquello que había pasado no era la realidad...y jamás lo sería.

De un momento a otro una idea llegó a su cabeza y aunque indeciso se levantó de la cama con seguridad procedió a seguir una última carta, la cual era necesario para él, para despedirse de ella.

De: Un chico que se rindió.
Para: Hinata Hyūga.

Hola, Hinata. Quizás esto sea repentino luego de lo que hablamos aquella noche pero siento que necesitaba escribirte una última carta, una para cerrar por completo esto. Lo veía necesario y terapéutico de algún modo.

Tengo que dejarte ir, tengo que dejarte ser feliz, justo como tú dejaste que yo lo fuera en su momento con Sakura y con todo el dolor de mi corazón lo haré, por más que me muera por querer ser yo el que estuviera a tu lado, debo rendirme y dejarte ir, debo dejar que seas feliz con...Kiba.

Gracias por todo lo que has hecho por mi a lo largo de los años y perdoname por jamás darme cuenta que tus sentimientos, me di cuenta muy tarde de que te amaba y te perdí, lo merezco, soy totalmente culpable de esta desagradable situación que estamos pasando.

Y por supuesto, espero que te quede claro que te amo, no quiero que pienses que esto era un juego, porque tu me conoces lo suficiente como para saber que jamás mentiría con algo como eso. Gracias por haberme amado en su momento, gracias por sacarme una sonrisa o por darme fuerzas en los momentos más difíciles, gracias por tomar mi mano cuando me sentía perdido, gracias por acompañarme a comer ramen cada que necesitaba de una amiga, gracias por ser aquella mujer que ame tanto y jamás voy a tener. Es el castigo que la vida tiene para mi y la acepto, porque mereces algo mejor que yo. Luego de nuestra conversación me di cuenta de lo poco que soy para alguien como tú. Alguien tan grandiosa, tan hermosa, tan amable y tan noble, maldición, no merezco a alguien tan perfecta como tú.

Kiba y tú están destinados a estar juntos, él te hará feliz, tan feliz como jamás logré hacerlo yo, así que felicidades por esa relación Hinata, en verdad, lo digo de corazón.

Creo que no tengo más nada que decirte, creo que he dicho todo, que he soltado todo lo que mi corazón quiere decirte. Supongo que una última carta de despedida estuvo bien. Suena exagerado ya que seguiremos viéndonos pero, me estoy despidiendo del amor de mi vida no de mi compañera y amiga, espero que me des el placer de seguir siendo siquiera amigos y si no es lo que quieres también lo respetaré.

En fin, esto ya se está alargando mucho, ¿no crees?.

Te amo, Hinata, y jamás podré dejar de hacerlo, ni en esta ni en mis siguientes vida más.

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Okay, jamás pensé que esto me pasara pero escribir esto me dolió demasiado y literal, mis ojos estuvieron apunto de aguarse, sentí mucho mientras iba escribiendo.

En fin, este obviamente no es el fin de la historia, aún quedan unos cuantos capítulos más que realmente no se cuantos decirles, todavía estoy indecisa con como será el final pero les aseguro que será uno que yo desee, uno que me haga sentir cómoda y que diga "Si, este es el final perfecto".

Bueno, entonces, hasta el próximo capítulos, mis pequeños lectores❤.

Bye, bye🌸

Carta para mi amor imposible || NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora