|Hinata|
Eran las 6 de la mañana cuando me despertaría en los brazos de mi esposo, hasta que el olor a alcohol llegara a mi y arrugaria mi rostro por el disgusto de despertar de aquella desagradable forma, así que, alejandolo de mi sin buscar despertarlo, me levantaría de la cama y salí de la habitación para así dirigirme a la sala y allí, saldría al patio trasero, sintiendo el frío de la mañana chocar contra mi piel expuesta, haciendo que rápidamente con mis manos, intentará darme calor, acariciando mis brazos desnudos.
Todo había cambiado tanto, nada era como hace unos años atrás, aún me sorprendia darme cuenta que hace 5 años atrás había decidido compartir mi vida con Kiba y la verdad, es que al principio era maravilloso, sentía que había hecho lo correcto.
Pero todo se había arruinado hace dos años atrás, cuando intentamos tener hijos. Nos dimos cuenta que por más que lo intentaramos no quedaba en cinta y al ir a hacernos los chequeos, nos llegó la desagradable sorpresa de que Kiba no podía tener hijos, era estéril. Eso lo destrozo por no poder darme hijos ni por él mismo tenerlos, por más que intente hacerle entender que aquello no me importaba solo me alejaba. Comenzó a gastar dinero en alcohol y regresaba a cada tarde borracho.
¿Desde cuando mi vida había pasado de ser un cuento de hadas a una pesadilla?
No tenía ni idea, pero estaba cansada de estar situación y de intentar que todo volviera a hacer como antes, tenía dos años intentándolo y me preguntaba si valía la pena seguir luchando, pero quitaría inmediatamente aquel pensamiento de mi cabeza. No iba a rendirme, algo de aquel Kiba sigue alli y en algún momento volverá, guardo las esperanzas de que eso suceda pronto.
Suspiro con cansancio y volvería dentro para así comenzar el día, volveria a la habitación y así entro al baño, donde me daría una ducha, al terminar buscaría mi ropa de misión y al ponérmela me dirijo hacia la cocina para hacer algo de desayunar y se lo dejo a Kiba en el microondas y le dejo una notita avisándole que iría de misión. Así salgo de caso y me dirijo a la torre hokage. Respiraria hondo, sabía lo que venía, verlo me ponía nerviosa. Habíamos dicho que seguiríamos siendo amigos, pero la verdad es que la amistad entre Naruto y yo se había acabado y ahora solo nos tratábamos con respeto.
Al llegar, estaría frente a la puerta de su oficina y tocaría la puerta levemente, así escuchando un "pase" desde el otro lado y así entraría a aquella oficina, viéndolo sentado frente a su escritorio con un montón de papeles a su alrededor, se veía cansado, tenía grandes ojeras en sus ojos y aquel brillo en sus iris azules habían desaparecido al igual que su sonrisa. Sonreía más por obligación que porque realmente se sintiera feliz, lo sabía, lo notaba en su mirada.
—Hola, Inuzuka-san— responde él con una pequeña sonrisa de medio lado.
—Hokage-sama— respondo incómoda, tratarnos de esta forma me parecía tan extraño.
—Hey, Hinata— saluda Shikamaru entrando a la oficina por lo que yo le sonreí levemente.
—Hola, Shikamaru-san—
—Llegaste puntual, nada como tus compañeros que aún siguen sin llegar— habla Naruto soltando un suspiro y negando con la cabeza.
—¡Llegue!— exclama una agotada pelirrosa entrando por la puerta agotada.
—Últimamente estas más impuntual— dice Naruto para molestarla. —Pero ya se porque, esta Sasuke en la aldea y no pueden evitar quedarse al lado del otro como garrapatas— se burlaria el rubio firmando algunos documentos.
—¡Cállate, idiota!— exclama Sakura avergonzada por lo que me reí. —Hola, Hinata— me saluda la chica con una sonrisa cálida.
—Sakura, buenos días— respondo amablemente.
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Carta para mi amor imposible || NaruHina
FanfictionFinalmente tome el valor de renunciar a ti y eso aunque me duela, es lo mejor y me hace sentir orgullosa de mi misma. Adiós, Uzumaki Naruto.