Otro día en el que despertaba en la oficina con los papeles pegados a mi cara. Estaba agotado, Hinata tiene razón, debería dormir un poco más en casa, me estaba dando dolor en la espalda.
'Hinata...'
Su nombre, como siempre, siendo lo primero que pasa por mi mente al despertar y me di el placer de pensar en ella más de lo que me permitía a mi mismo, mirando por el gran ventanal que daba vista a toda la aldea, con las mejillas sonrojadas al recordar su sonrisa y su tierna manera de verme.
Me recoste en la silla con una estúpida sonrisa en mi rostro, hasta que escucho como tocan la puerta de mi oficina.
Me arreglo un poco como puedo y doy permiso para entrar.
Cuando la puerta se abre, me sorprendo al encontrarme con Kiba.—Kiba, hola, que sorpresa es verte por aquí, llevaba meses sin verte la cara y como ¿dos años?, sin que pasaras por aquí, ¿te puedo ayudar en algo?— hablo, haciendo notar mi sorpresa y un poco preocupado, ¿Hinata estará bien?.
—Hey, si, todo bien amigo, tuve unos inconvenientes que me obligaron a tener que dejar las misiones pero quiero volver al trabajo, me preguntaba si tendrías alguna misión para mi o quizás puedas ponerme como ninja activo nuevamente— hablaba con una leve sonrisa.
Estaba distinto de hace unos meses y distinto de lo que Hinata me había contado, entonces ¿Habrá hecho lo que le aconseje?.
—Oh, bueno, lastimosamente no tengo ninguna misión para ti ahora mismo pero puedo ponerte en servicio y solo te tocará esperar a que te solicite, si no tienes ningun problema— le explico con una sonrisa, me alegra verlo bien.
—¡Ningún problema!, estoy emocionado por volver, Akamaru también lo está, debe estar aburrido en casa de mi familia, es momento que volvamos en acción— lo veo animado ante la idea de volver a las misiones.
—Genial, entonces cuando tenga algo, te llamaré—
—Bien, adiós, hokage-sama— se burla de mí llamándome de esa manera que le he dicho que no me llame y niego con la cabeza.
—Llamame Naruto, dattebayo— mi tic verbal sale a la luz en ese momento y él se va riendo de la oficina.
Todo se queda en completo silencio, supongo que todo salió bien, vi un poco del Kiba de antes, ese que se había perdido, me alegra verlo nuevamente así, animado.
Pero una parte muy egoísta de mi, hubiera deseado que se quedara como estaba, esa parte egoísta que solo piensa en que pudo haber pasado si Kiba no hubiera reaccionado y me hace sentir tan mal desearle eso a un amigo.
Niego con la cabeza, quitando esos pensamientos de mi mente y me concentro en el trabajo, con el ceño fruncido por haber tenido esperanza, una que Hinata en ningún momento me dio pero que yo, inocentemente, creé en mi mente. Y así paso el día, lentamente, lleno de papeles a mi alrededor y sintiéndome tan solo.
Hasta que, horas después, cuando ya había oscurecido, tocan la puerta de mi oficina, Shikamaru se había ido hace un rato ¿Será que olvido algo?.
—Adelante—
Escucho la puerta abrirse con lentitud y la veo pasar.
—Hola, Naruto-kun—
Hinata entraba a la oficina tímidamente, con una tela entre sus manos, mi ánimo en ese momento subió y sonreí.
—Hinata, ¡Hola! ¿Como estas?, toma asiento— la saludo y le señalo el asiento frente a mi al otro lado del escritorio.
—Estoy bien, aunque tu luces cansado ¿has trabajado todo el día?— me recrimina con una leve sonrisa, mientras niega con la cabeza, tomando asiento donde le señale.
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Carta para mi amor imposible || NaruHina
FanfictionFinalmente tome el valor de renunciar a ti y eso aunque me duela, es lo mejor y me hace sentir orgullosa de mi misma. Adiós, Uzumaki Naruto.