Capítulo 20: El clan Himari sin líder

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La noticia de que Kira, estaba estable, llegó como un gran alivio para sus compañeros y Rinc. Aún así, eso solo era el principio de un nuevo camino; por un lado el Saikō se reunió con algunos guardianes en los cuales se encontraba Rinc, Sanosuke y también, Fudo,

— el clan Himari, aún tiene líder— habla Tomeo, - aún así, debemos reforzar su seguridad.

— Yo opino, que no la dejemos salir de la aldea– Salta Fudo pero de fondo escucha la risa de Rinc, que se roba la atención de todos.

— les anticipo algo— habla Rinc,
– Kira, no se quedará de brazos cruzados a esperar aquí.

— Pero ella es la descendiente de Goro...

— aún así- interrumpe Tomeo,
— ella puede renunciar al puesto.

— No puede— gruñe Fudo.

—son las reglas— sigue el Saikō.

— pero...— Fudo, busca inútilmente alguna ayuda por parte de Rinc, pero no lo consigue.

— ella decidira lo que desee su corazón— habla Sanosuke.

— ¿y enviarla ahora a una muerte segura, es mejor?— sigue, eufórico Fudo.

— Rinc...— Salta el Saikō, — cuando despierte, notificale la muerte de su padre y mi decisión— Tomeo, respira hondo, — como descendiente de Goro pero aún, sin cumplir la mayoría de edad deseable para el puesto, puede renunciar.

Rinc, asiente con la cabeza y con la mala mirada de Fudo, se retira del salón, seguido por Sanosuke.

— ¿Qué crees que hará?— pregunta Sanosuke.

— Renunciar— afirma Rinc, seriamente..

Aún así, para que Kira se despierte, debió pasar un día. El clima, cambió drásticamente, el invierno parece querer adelantarse y aún sigue lloviendo mucho, así que para cuando Kira abre sus ojos, se topa con ese gris ambiente que puede ver por la ventana que tiene a un lado. Todo su cuerpo está adolorido, sus labios están secos y le cuesta mucho pronunciar de nuevo una palabra aunque en esos momentos una enfermera la ve y acude a ella.

Estuvo un tiempo recibiendo visitas de médicos y respondiéndo preguntas, las cuales lo hacía de mal humor ya que, conciente, sólo podía pensar en lo que sucedió. De igual forma, Seijuro le dió la trágica noticia de la muerte de Goro, ya que no podía seguir ocultandolo cuando Kira comenzó a preguntar por él.
Luego de eso, y que su desconsuelo fuera mayor, tuvieron que cedarla ya que corría riesgo de que su herida se abriera de nuevo.

Para cuando despertó, ya estaba anocheciendo y no decía o hacía algo, solo estaba allí, acostada, con la mirada fija en la ventana, inmóvil.

— Señorita Himari, sus amigos están esperando para verla, ¿usted quiere que...

— Rinc— habla Kira, mirando fijamente la ventana.

La enfermera, asiente con la cabeza y sale de habitación. En el pasillo, debe borrar la sonrisas de Takeo y Tadashi cuando escuchan que Kira quiere ver a Rinc, primero.

Cuando él ingresa a la habitación, se acerca a ella lentamente, comprobando esa expresión triste en su rostro.

— ¿Por qué?— habla Kira, sin mirar a Rinc.

— No lo sé— responde el joven en voz baja.

— ¿fue ella?

— Si— murmura.

— podría jurar que era un sueño.

— lo siento, pero todo fue cierto.

Kira, se encuentra con los ojos de Rinc, — aún así, no encuentro respuestas a mi pregunta, ¿por que, si era Mizuki? Era mi amiga, crecimos juntas.

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