El Legado✔

Capítulo 22: Raiden en la mira.

Raiden, permanece más tiempo de lo previsto en aquel lugar una vez que Rinc ya se haya ido.
De regreso a Ronin, las palabras de Rinc resuenan en su cabeza una y otra vez, ya que en el tiempo que estuvo con él como cazador, jamás lo había escuchado así. Su voz estaba apunto de quebrarse, mezcla de tristeza e impotencia, tratando de parecer fuerte, cuando su cuerpo le pide a gritos que se detenga, tan igual a Mizuki.

Cuando llega, encuentra a Mizuki en el campo de entrenamiento, lanzando algunos kunai una y otra vez. Aunque aún no haya salido el sol, ella está allí y es la única persona presente.

— ¿No puedes dormir?–habla Raiden hacia la joven, que con la frente fruncida y la respiración entrecortada no lo mira.
— vaya, estas de mal humor, bueno, allá tú— sin recibir respuesta de ella, sonríe de lado antes de darle la noticia, — está viva— y sólo así consigue su atención.

Mizuki, baja su mano con el kunai que iba a lanzar y mira a Raiden.

– Repitelo.

— esta viva.

La joven, relaja sus facciones y ríe por lo bajo, — está viva...— murmura, llevándose una mano a los ojos para ocultar, en vano, que está comenzando a llorar. – Gracias...- susurra con la voz quebrada pero se aleja de Raiden, sentándose debajo de un árbol con su espalda apoyada sobre el mismo...

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Para antes que el sol salga, el Saikō ya tenía un plan para emboscar al grupo de Sumire. Luego de que Rinc le haya dicho el nombre del líder traidor, estuvo en silencio mucho tiempo asimilando y luego no volvió a tocar el tema.

– Cumpliré a mi palabra— habla Tomeo, — Kira irá contigo, Rinc. También enviaré a Ninam, a su equipo y  a más ninjas. Además, Kira tiene una habilidad heredado por su clan, la barrera protectora de sol.

— Aún no lo ha perfeccionado— habla Rinc.

– Inupi, pertenece al grupo de los consejeros del clan Himari, está protegiendo la barrera, encuentralo y haz que ayude a Kira.

Rinc, asiente con la cabeza y con el mismo movimiento se retira del lugar.

Su siguiente parada es la casa de Kira, pero para sorpresa, la encuentra totalmente preparada para partir, con una expresión distinta a la alegre Kira, está es sería, fría, acompañada con esas ojeras debajo de sus ojos.

— Bien, vamos— habla al fin Rinc, incentivandola a abandonar su casa...

Más tarde, se encuentran con Ninam y los demás en la entrada de la aldea, y para cuando llegan a la barrera, se topan con esa fortaleza construida alrededor, ese manto protector que los mantienen a salvo, también ven el  movimento de los  ninjas que allí están,  con el ruido de las bestias atacando del otro lado de la barrera, ya que son las que Rai invoco con los pergaminos que robo.

— ¿Y se supone que debemos atravesar ese campo de bestias primero?— habla Ninam, con una sonrisa plasmada en su rostro.

—¿Te agrada la idea?— incita Rinc.

— hace tiempo que no puedo expresarme libremente.

Rinc, ríe por lo bajo. –Aún no, mañana lo haremos. Ahora debemos buscar a Inupi, consejero del clan Himari.

— ¿Inupi?— habla  Kira.

— ¿Lo conoces?

— hé oído de él.

— bien, tenemos unas horas para que perfecciones con él, la barrera del sol.

— ¿Qué? ¿unas horas?— Salta Kira,