Capítulo 16: El objetivo de los rebeldes

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El equipo 11  es el único que aún sigue frente a la Torre Central, siendo testigos así, de la formación de los grupos que estarán listos para salir al mando de los guardianes, es así que  de nuevo, ellos pueden convertirse en heroes.
La información que envió Raiden, aún no llegó, pero Tomeo tomó la decisión de envíar grupos de apoyo a las aldeas más cercanas ya que si los rebeldes siguen tomando más tierras, estarán en más desventajas, es por eso que se están preparando para salir antes del amanecer.

– Te siguen esperando— habla Sanosuke hacia Rinc, mirando a los tres jóvenes que siguen firmes frente a la Torre, – ¿Sabes que el Saikō dijo  todos, incluyendo los nuevos equipos, deberán salir mañana?

— Lo sé— contesta Rinc, observando al equipo 11, con los brazos cruzados.
— así como también sé, que una vez que estén afuera no los podré controlar. Querrán ir a ver a Mizuki y no quiero que esto termine mal pero no veo otro escenario más que el de ellos encontrando a una traidora.

– ¿Tu crees que..

— la otra opción, seria demasiado tristes para ellos así que, prefiero creer en la primera.

Sanosuke, asiente con la cabeza.
- bueno, creo que deberías ir a hablar con ellos porque no se moverán de allí hasta que lo hagas.

Rinc, permanece unos segundos más en su lugar con la mirada sería en sus alumnos hasta que por fin decide acercarse a ellos.
Apenas llega, es interrogado con demasiadas preguntas y todas van dirigidas a Mizuki.

— No lo sabemos— Salta Rinc, — Si está viva o si nos traicionó— al terminar esas palabras se vuelve a encontrar con esas expresiones tristes y desanimadas que había visto cuando Mizuki se fue.

— ¿Cómo pasó esto?— dice Tadashi, cabizbajo.

— Ella no debía haberse ido— Sigue Kira, lanzado un golpe bajo para el corazón de Rinc que sigue atormentado por la culpa.

— siento mucho que estén pasando por esto chicos pero, la aldea, todas las personas están en peligro por culpa de los rebeldes, necesito que estén despiertos, atentos y no asi— gruñe Rinc, — ahora son ninjas del nivel alto, tienen muchas responsabilidades como tales. Sabían que estaban entrenando para una posible guerra, bueno, la guerra acaba de comenzar. Deben pelear...

— Si Mizuki, está con los traidores...- interrumpe Kira, ganándose la atención de Rinc pero ella está con la mirada en un punto del suelo, con los hombros caídos, — No puede pedirme algo asi— ahora, levanta la mirada hacia Rinc, -sin importar como cambien los tiempos, la verdad en la que creemos siempre permanecerá igual y yo aún creo en la persona que salió de esta aldea hace un año atrás. No convertire a Mizuki en una enemiga hasta que sea ella quien me lo diga, no peleare con ella, es lo único a lo que me opongo.

Terminando esas palabras, ninguno de sus compañeros y mucho menos Rinc, pueden decir algo más, oponerse a esas palabras, encontrar un motivo para hacerla cambiar de parecer sería  todo  en vano.

Rinc, gira sobre sus talones y da unos pasos antes de volver a hablar,
- al amanecer deben estar en la entrada, partiremos a una misión para proteger a las demás aldeas- y aún de espalda a ellos, sigue caminando lentamente pero aún así, no puede quitarse de la mente la determinación de las palabras de Kira. No la había oído hablar tan en serio desde que se convirtió en su sensei y si ese escenario se llega a presentar, Takeo y Tadashi, deberán ser los medidores ya que si él llega a meterse, las cosas podrían ir peor, aún más sabiendo que Mizuki prometió vengar a su familia.

Takeo y Tadashi, intercambian miradas, luego miran de reojo furtivamente a Kira quien sigue muy seria con la mirada al frente hasta que en silencio, comienza a caminar lejos de sus compañeros.

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