Capítulo 30: El Legado

17 2 0
                                    

Mizuki, cruza el último portal y por  fin ve la luz del día, aún así, su primera reacción es mirar en dirección a la derecha donde se supone debe estar Kira.
Desafortunadamente, tiene un par de heridas en gran parte de su cuerpo y hasta tuvo que recurrir a Némesis en una ocasión y cada vez que lo hace se forman una finas líneas negras debajo de sus ojos.

—¿Kira?- murmura mirando fijamente el final del portal donde aún percanece cerrado, —¡Kira!—grita con todas sus fuerzas y su respiración comienza a acelerarse al igual que sus nervios se disparan altamente y hasta amenaza con ingresar a ese portal, cuando una mano se posa en su hombro e instantáneamente se voltea en guardia,hacia ese individuo y se encuentra con una cansada sonrisa de Kira y  sólo así vuelve a respirar con tranquilidad.

— Te gané— Kira, intenta reír pero le sale mejor un gemido de dolor y en ese instante Mizuki se percata de su estado, que es aun peor que el de ella, hasta presenta leves quemaduras en su brazo izquierdo.

- No estas bien— afirma Mizuki, tratando de  rescatar algo de la bolsa de medicina.

— lo estoy— contesta Kira, parando sus movimientos, -debemos terminar con esto— se voltea en dirección a la montaña que ahora queda a la vista que sólo posee una entrada, y aunque parece una cueva, adentro es muy amplio.

— esto no es una montaña ordinaria– comenta Mizuki a la par que ingresa con Kira.

- es muy extraño...-Kira, da un paso más y cae de rodillas al suelo.

— ¿Kira?- se precipita Mizuki, llegando a ella, — estas muy herida. Se que ahí adentro habían cosas muy poderodosas — ya que si ella tuvo que recurrir a Némesis, Kira sólo podía defenderse con lo que había aprendido hasta ahora.

— ya estamos aquí— hace un gran esfuerzo para ponerse de pie de nuevo, — vamos— da un paso tambaleándose hasta que Mizuki toma su brazo, sirviendole de apoyo.

- Dime la verdad, ¿estas a punto de desmayarte?— sigue Mizuki al ver los ojos entrecerrados de Kira.

— siento adormecido gran parte del cuerpo— dice, pero aún así le regala una sonrisa a Mizuki, - tu serás mi guía ahora.

Mizuki, asiente con la cabeza,
— siempre.

La joven falla en un paso, se detienen, vuelve a recuperarse y continúan con Kira cada vez más inconsciente de sus propios movimientos.

— Ya casi llegamos— comenta Mizuki cuando ve una especie de mesa redonda unos pasos más allá subiendo un par de escalones.

— llegamos— afirma Kira, cuando llegan frente a la mesa que contiene dos pergaminos, uno de color dorado y el otro de color blanco,

— ¿Debemos...

— abrirlos— Mizuki toma el del el lado izquierdo y color blanco.

Kira, obliga a su cuerpo a hacer tal movimento y cuando lo obtiene todo su cuerpo comienza a sentirse extraño y su fuerza se hace más presente.

— ¿Lista?— pregunta Mizuki hacia Kira quién asiente lentamente con la cabeza, — al mismo tiempo— terminando esas palabras, vuelve a mirar a Kira y en un segundo ambas terminan abriendo el pergamino  pero algo inesperado sucede.

El pergamino se desvanece en sus manos, convirtiéndose en polvo, el polvo del mismo color que el pergamino pero este a su vez se expande por encima de sus cabezas y comienza a penetrarse en sus piel.

— ¿Mizuki?— habla Kira, que trata de alejarse del polvo dorado que se cuela en su piel.

— ¿Qué significa esto...— Mizuki, mira en dirección a Kira y puede ver perfectamente como el símbolo de un sol comienza a formarse en el medio de su frente como si fuera siendo trazado por fuego ya que destella un color rojo, pero Kira ve lo mismo en Mizuki, con el símbolo de una media luna en el mismo lugar.

El Legado✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora