To Kill a Ghost ┃幽霊を殺すには

ᵡᵛᴵˑ 𝗣𝗼𝗶𝘀𝗼𝗻

Veneno

💜

Luego de clubes, la mayoría de estudiantes se habían ido y ya solo quedaba el guardia y unos pocos profesores, que preferían terminar su trabajo allí a llevarse diez mil papeles a casa.

Me quedé esperando unos minutos a que Touya hiciera acto de presencia. Necesitaba verlo y hablar con el que había sido uno de mis mejores amigos, quien simplemente decidió esfumarse como vapor. Kirishima luego se enteró de que había estado juntándose con un tal Shigaraki Tomura, un chico de otro colegio que no tenía muy buena fama.

Parecía que Touya había cambiado, todo gracias a ese tipo quien lo había metido en quien sabe que cosas.

Pero tenía fe de que recapacitaría y se daría cuenta de que esto no iba por un buen lado...

No quería abandonarlo, ya de por sí tenía problemas con su familia, y que lo compararán con su hermano menor, Todoroki Shoto, solo empeoraba las cosas... Así que cuando me entere de que se estaba con Shigaraki, supe que esto no haría más que terminar por arruinar su vida por completo.

No era una exageración.

El tiempo pasaba y yo estaba repasando lo que le diría al llegar... aunque cuando ese momento llego, ninguno de los que entraron por la puerta fueron él.

De repente y luego de que cinco desconocidos se me acercarán, el antes mencionado apareció. No lo noté a primera vista, pero parecía estar fuera de sí mismo. 

Había consumido antes de venir aquí.

Me empecé a preocupar un poco por la situación —To-Touya, ¿no dijiste que querías hablar conmigo a solas? —titubeé sintiéndome un poco nerviosa.

El otro se demoró en responder —Sí, sí... A hablar.

Actuaba bastante extraño, pero hice caso omiso a todas las alertas rojas que se estaban apareciendo delante de mis ojos.

El chico sonrió —Ya la escucharon, déjenos solos...

Siguiendo las órdenes del pelinegro, el resto de personas salieron quedándose parados afuera de la puerta.

Bueno por lo menos podría hablar con él sin nadie más... aunque, no sabía si eso estaba mejor que antes. Me seguía sintiendo bastante tensa.

Queriendo apresurar el momento y acabar con todo, hablé primero —Oye, sé que tú y Tomura son muy amigos... Pero creo que deberías dejar de involucrarte con él. No sabes lo que ha hecho, puede ser peligroso...

Quería continuar, solo que el tacto que sentí en mi pierna me desconcentro.

—Estás hablando mucho linda... —pronuncio el otro ignorando lo que había dicho.

Quizás si había sido todo en vano. No creo que fuera a escuchar alguna palabra que le diga estando en ese estado.

—¿Sabes? Mejor hablamos otro día que estés dispuesto a escucharme —respondí firme, no quería que pensara que podría hacer lo que quisiera conmigo.

No fue sorpresa que el otro nuevamente no escuchara nada de lo que dije, y más bien me empujó hacia la pared, conteniendo me entre su cuerpo y la pared.

Se acercó a mi oreja para susurrarme —Sabes que te quedan muy bien las faldas. —Ni bien pronunció eso, sentí su mano adentrarse por mi entrepierna enviando escalofríos por todo mi cuerpo.

Ahora ya estaba más que espantada. Tanto, que lo empuje con mi pierna y me abrí paso hacia la puerta. Cuando quise tomar la perilla sentí unos brazos sujetarme por la cintura y lanzarme hacia el suelo con una increíble fuerza.

El golpe fue tal que me dolió respirar, y me dejo sin poder moverme cosa que el mayor aprovecho para ponerse encima de mí. Sabía lo que me quería hacer, pero ni de loca dejaría que me ponga otro dedo encima.

Forcejee bastante hasta que con mi rodilla di en su entrepierna, librándome más o menos de su agarre.

Trate de pararme para ser literalmente detenida por su mano tomando mi tobillo y haciendo que me tropiece en el mismo sitio que antes.

Me volteó y otra vez su subió encima mío, pero ahora sujeto mis brazos por encima de mi cabeza como precaución.

—¡Quédate quieta! —comenzó a irritarse por el alboroto que estaba formando. Si seguía así alguno de los profesores se daría cuenta.

Obviamente eso era lo que buscaba.

—¡Suéltame! ¡AUXILIÓ! ¡ALGUIEN AYÚDEME! —empece a gritar a todo pulmón.

El chico se enfureció por esto, así que coloco su mano encima de mi boca tratando de callarme y casi consiguiéndolo de no ser porque empece a agitar mi cabeza frenéticamente.

Continuamos peleando en el piso hasta que alguien golpeó la puerta. Era uno de los de su grupo advirtiéndole que escucharon a alguien acercarse y que debían irse en ese instante.

Para ese entonces, el mayor estaba más que estresado. Yo me mantenía haciendo lo mismo, queriendo librarme de su palma y poder gritar una vez más.

Solo que cuando volteé, lo único que alcance a visualizar fue a él sujetando algo que terminó golpeándome...

| Fin del Flashback

—Luego, como en un parpadeo, me encontraba en el hospital... Solo que no podía ver del ojo derecho. Los doctores me dijeron que tenía un trauma ocular severo y que no pudieron hacer mucho más. Así que, desde ese entonces  es que lo uso... —termine con mi largo relato.

El chico se quedó sin palabra alguna —Jirou... —No se imaginaba todo aquel desenlace de eventos se escondía detrás de ese parche blanco.

Era cierto que había pasado todo este tiempo evitando explicaciones... pero se sintió bien contarle a alguien sobre eso.

Como tomar una bocanada de aire fresco.