ᵡᵡᴵᵛˑ 𝗧𝗵𝗲 𝗧𝗵𝗶𝗻𝗴𝘀 𝗬𝗼𝘂 𝗪𝗮𝗻𝘁𝗲𝗱

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Las cosas que Tú querías



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Avanzamos por las calles mientras íbamos conversando de cualquier cosa. No faltaba mucho, solo unas dos cuadras y ya estábamos prácticamente en mi casa.


Hubiera llegado más temprano de no ser por unas visitas inesperadas.


De la nada unas cuatro personas nos rodearon. Todo era confuso hasta que reconocí la cara de alguien y de inmediato supe de qué se trataba todo esto.

—Vaya, vaya miren a quien tenemos aquí. —Dijo saliendo del oscuro callejón para dejarse ver por completo. —Mucho tiempo sin verte princesa.


Su voz ya lo había delatado así que no me sorprendió verlo. Lucía exactamente igual a como lo recordaba.


—Si bastante tiempo... —Si él se dignó en aparecer, no debía ser para nada bueno. —¿Y qué haces por aquí Touya?

Creo que esperó que actúe más sumisa, pero quería hacerle notar que su presencia solo me causaba molestia.

 —¿Qué acaso no se me permite caminar por aquí? Nadie me lo comentó —hablo como si fuera jefe de todos.


Si supiera que no era nada más que un delincuente de segunda, jugando a ser rey del mundo.


—Aunque creo que yo te debería estar preguntando sobre él, ¿acaso es tu nuevo novio? —se refirió a Bakugo, quien permanecía a mi costado. —No pensé que me reemplazarías así de rápido.

—Sabes que nunca fuimos nada, y nunca lo seremos. Ya supéralo.

El tipo agitó la cabeza en negación y río como si hubiera dicho alguna clase de chiste —No, no muñeca. Te dije ese día que en algún punto te tendría toda para mí. Así que vengo a reclamar lo que me pertenece.

—¿Conoces a este tipo? —Bakugo preguntó, ignorándolo por completo. A este chico no se le podría intimidar así de fácil. Otra cosa que me agradaba de él.

—Por desgracia si —le respondí con total calma, justo como él lo había hecho.

—¿Y cuál es su problema?

—Déjalo, la mayor parte del tiempo se la pasa drogado. Por eso es más insoportable que de costumbre.


Odiaba que lo ignoren y fue por eso mismo que continúe con nuestra charla donde no estaba incluido.


—Es molesto que hablen así de uno, como si no estuviera parado aquí. ¿Acaso nunca te lo enseñaron idiota?

Dicho eso, el rubio iba a explotar en cualquier momento e iría a por el mayor a plantearle un buen puñetazo en su cara. Y como que yo misma tenía ganas de que lo haga.

—¿Con qué quieres pelea, uh? —Trono sus puños dispuesto a acercarse.


Claro que era mejor evitar que esto escale a más. Era imprudente pelear contra ellos, eso solo los motivaría.


Deteniendo a Bakugo, hablé —Ya Touya, será mejor que te largues. Tú sabes que no haré nada de lo que tú me digas.

—Siempre tan necia —dijo con su tono coqueto que le gustaba hacer. —Pero eso es justamente lo que me gusta de ti, nunca le haces caso a nadie. —Pauso por un segundo para dibujar una sonrisa más grande aun en sus labios. —Solo que esta vez te llevaré a la fuerza.

Me estaba cansando de las tantas estupideces que salían de su boca —Mejor vámonos —tomé la mano de Bakugo, cuando sentí alguien sujetarme del hombro y empujarme hacia atrás haciendo que soltara su muñeca.

Habiendo hecho espacio entre ambos, mire al responsable.

—No lo creo —pronunció Tomura, el rey de los imbéciles, y el verdadero problema aquí.


Nunca nos conocimos en realidad, pero desde que Touya se conoció con él, todo se fue al infierno.


—Te dije que te llevaría te guste o no —replico el pelinegro. —Y tu amiguito aquí no va a interferir.

Inclinó su cabeza en señal de que los otros hicieran algo. Así los cuatro del grupo de Touya se acercaron a Bakugo, dos sujetaron sus brazos y los otros dos empezaron a golpearlo en el estómago varias veces dejándolo adolorido.

Tomura me sujeto fuertemente y me volteó para que mirara todo. Termine observando cómo cada golpe daba en su abdomen.

—Basta Touya, esto ya es demasiado incluso para ti. —le rogué.

El otro continuo, orgulloso de que por fin tenía mi atención —Siento que no me conoces Jirou. Tenemos que cambiar eso de inmediato.

Se me acercó y tomo mi mano entrelazando nuestros dedos de un solo movimiento. Sujeto mi mandíbula con su otra mano, haciendo que inevitablemente haga un puchero de lo fuerte que empezó a apretar mi rostro.

Sabía su intención, así que solo podía cerrar mis ojos y esperar a que lo que tenga que pasar que pase.


Pero gracias a dios, el acto fue detenido por alguien.


—Touya. —gritó el chico de detrás mío, interrumpiendo el acto. —¿Qué crees que estás haciendo?






Continuará...

To Kill a Ghost ┃幽霊を殺すにはDonde viven las historias. Descúbrelo ahora