To Kill a Ghost ┃幽霊を殺すには

ᵡᵛᴵᴵˑ 𝗦𝘁𝗼𝗽 𝘁𝗵𝗲 𝗥𝗮𝗶𝗻

Detén la Lluvia

💛

Era inevitable no mirarla mientras se sentará justo a mi lado. Y eso me hizo notar que ella parecía estar ignorándome.

Ugh, no sabía por qué pero me molestaba. Creo que me hacía sentir cada vez peor luego de lo del otro día. Era obvio que no querría hablarme después de eso.

Y no me esperaba menos... la forma en la que le grité, ni yo quisiera volver a conversar conmigo luego de aquello.

Me tenía que disculpar.

Claro que a solas... y no enfrente de las otras extras.

—Tenía ganas de ir con ustedes a pasear por el centro comercial —escuché quejarse a la chica de cabellos rosados quien se encontraba esperando a que la pelicorta termine de guardar sus cosas.

Mientras tanto, ella metía cuaderno tras cuaderno con todo la paciencia posible —Si, yo igual. Peeeero justo hoy no se puede —respondió.

La joven de cachetes regordetes, quien se encontraba mirando su teléfono, exclamó luego de haber encontrado algo —Mejor vayamos mañana —agregó enseñándoles una página web en su móvil. —Parece que harán una presentación en la tarde, creo que sí alcanzamos a llegar.

Al escuchar esa idea las otras dos muchachas intercambiaron miradas y asintieron, agradando de la sugerencia de la castaña.

Supongo que planeaban aprovechar el día de hoy que salíamos más temprano, pero como no se pudo tuvieron pensar en otra alternativa.

Las había observado discretamente todo ese tiempo que charlaban, hasta que Jirou se levantó del asiento y las tres empezaron a caminar hacia la salida. Allí fue que note un par de audífonos blancos tirados debajo del asiento de la pelimorada.

Sabía que le eran muy valiosos pues los llevaba siempre consigo así que tome dicho objeto y salí detrás de ellas.

Por suerte las encontré aún en el pasillo.

—¡Jirou! — grité su nombre haciendo que las tres muchachas regresen a ver.

—¿Bakugo? —me miro sorprendida de que hubiera sido yo quién la estuviera buscando.

—...¿Tienes un momento? —le pregunté queriendo tener un rato a solas y sin ninguna de sus amiguitas que nos estaban haciendo ojitos a ambos.

Las dos chicas soltaron unas risitas imaginándose lo que sea que se les pasaba por sus mentes.

—Ay, ya váyanse. —replicó entre risas, entendiendo la intención de ambas.

Ellas dos asintieron aún con las sonrisas dibujadas en sus labios, y de inmediato se dieron vuelta y se marcharon entre un mar de cuchicheos.

Viendo que se alejaron lo suficiente, la pelicorta se acercó.

—¿Qué pasa Bakugo? —fue lo primero que dijo.

No sabía cómo hacer que la conversación no termine en dos simples frases.

—Te olvidaste esto... —le mostré los audífonos que había dejado tirados por accidente.

Ella los tomo sin dudarlo —¡Ah, gracias! Me salvaste —su expresión se iluminó. —No me di cuenta de que se me cayeron. Sería una molestia perderlos, recién me los compré la anterior semana.

Yo simplemente asentí como respuesta. Al parecer ella no estaba enojada conmigo como creí que estaría.

—Bueno, si eso es todo, me voy. Tengo que hacer algunas cosas... —Quiso voltearse e irse, pero antes de eso quería decirle una cosa más.

—Oye...

—Mmm, ¿Que pasa? —una vez más me miró.

Vaya, no sabía lo difícil que era disculparse con alguien.

Me demoré un poco en responder, pero al final las palabras salieron —Perdón.

—¿Uh?

—Perdón por haberte gritado de esa forma... No debí hacerlo. Lo siento... —Ya, lo logré. Ahora sí me sentía aliviado.

Se quedó callada un momento hasta que soltó una carcajada —Oh... Así que después de todo no eres un completo patán.

No me sorprendía que ella también pensara eso de mí. Después de todo, si lo era.

Pero planeaba cambiar eso.

—Pues, disculpa aceptada. —colocó una de sus manos en mi hombro y me sonrió.

Se sintió bien aquella respuesta. Como si un peso de encima hubiera sido removido.

—Bueno... Si ya estás yendo a la salida, te acompaño. —agrego, dejando en claro que quería continuar charlando.

Eso me pareció extraño. Creí que solo aceptaría la disculpa y se iría, pero al perecer no...

No les mentiré, eso era una molestia. Pero no podía negarme... Solo me haría lucir más antipático de lo que ya era. No tenía otra opción.

Rasque mi cuello por detrás de la nuca —Está bien. Solo no te muevas de aquí, voy a traer mi maleta.

Entre nuevamente al curso.

•••

—Así que... ya están en buenos términos ustedes —el bicolor se encontró con Jirou en el pasillo, e inevitablemente le quiso preguntar por lo que había escuchado.

Ella lo miró —Nunca estuvimos en malos términos para empezar. Además no deberías de estar espiando las conversaciones ajenas, Todoroki.

—Pues no se consideraría espiar, si hablan así de alto.

Soltó una carcajada —Muy graciosito, Shoto —lo empujó suavemente con el codo. —Te noto más animado ahora. —cambio de tema.

El otro, a pesar de mantener su cara en un constante pokerface, admitió que se sentía mejor allí.

—Lo mismo digo yo de ti. Te veo diferente, en un buen sentido.

—Es porque me siento mejor ahora.

Ambos intercambiaron sonrisas antes de que el alto se marchara, dejando a la chica para que se vaya a solas con el rubio.