ᵡᵡᴵᵡˑ 𝗘𝘃𝗲𝗿𝗹𝗮𝘀𝘁𝗶𝗻𝗴

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Eterno



💜



Había pasado un tiempo. Ya me había graduado hace un año del colegio y ahora me estaba dando tiempo para pensar que carrera seguir en la universidad.


Mientras tanto estaba haciendo presentaciones con mi banda en algunos sitios para sacar dinero y mejorar en mi música.


En este mismo instante me dirigía a un ensayo. Bakugo se molestaría demasiado si no llegaba temprano como el otro día.


Avance por el camino usual cuando pase enfrente de una tienda. No sé como, pero note algo con el rabillo del ojo, algo que me recordó alguien. Ese cabello alborotado que honestamente me gustaba mucho como se le veía.


Me detuve sin pensarlo y me asomé.


Era él.


Y no, no era alguien muy parecido. Tenía sus mismos ojos, sus mismas pecas... No lo podía creer.


Tenía que hablarle, pero no quería parecer una acosadora. Además aún no sabía si mis ojos no me estaban engañando.


Debía verlo de cerca.


Retrocedí un poco cuando él se dirigió hacia la puerta de salida donde, "accidentalmente" a propósito, nos chocamos.


Ambos nos caímos al mismo tiempo al suelo.


—Perdón no la vi —se disculpó sinceramente. 


Wow, hasta su voz era la misma.


Yo por otro lado quede más que satisfecha. Realmente era Izuku.


—¿Se encuentra bien señorita? —me pregunto viéndome quedar completamente congelada.

Eso hizo que reaccionara y pudiera responderle —Ah, ah sí. Disculpa estaba andando distraída.


Él se levantó primero y me extendió su mano para ayudarme a levantar. La acepté sin dudarlo y así ambos nos quedamos viendo frente a frente.


Parecía que el tiempo a él no lo afecto en absoluto, lucía igual a como yo lo recordaba. Flaco, pecoso, y ahora de igual estatura que yo.


Nos habíamos quedado mirando un rato que hubiera sido extraño para alguien más, solo que él en vez de simplemente irse, se quedó —Disculpe, ¿pero nos conocemos de algún lado? Se me hace familiar. —pregunto.

—Ah, ah no lo creo. Tal vez viste a mi banda tocar en algún momento. —Negué inmediatamente. Era claro que no recordaría nada, y lo sabía muy bien, asi que preferi no complicar las cosas.

—¿Estás en una banda? ¡Qué genial! —respondió entusiasmado el chico.

Me encantaba lo tan lindo que se lo veía sonriendo, era contagioso.

—Si, y si quieres puedes venir a vernos, tocamos todos los fines de semana en la plaza. —Saque un folleto que siempre llevaba por si acaso. —Me encantaría que vinieras a vernos —le devolví la sonrisa.

El chico se alegró y sentí como si mi corazón diera un brinco dentro de mi pecho. 


Se lo veía genuinamente feliz.


—Gracias —hizo una reverencia. —Ahora si me voy. ¡Nos vemos!

Se despidió ambos nos agitamos las manos viendo la distancia crecer entre los dos. 


—Adiós. — respondí luego de verlo alejarse hasta desaparecer entre la distancia.



Me daba felicidad que ahora todos podían verlo...


...al igual que yo.







Fin.

To Kill a Ghost ┃幽霊を殺すにはDonde viven las historias. Descúbrelo ahora