Capítulo 2. "Malva"

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Despertó con los rayos del sol lastimándole los ojos lo que indicaba que ya había empezado su mañana de ese día. Se movió entre las sabanas gruñendo por que no pensó que su sueño terminaría tan rápido.

Abrió sus párpados sintiendo todo el peso cayendo sobre ellos. El ambiente estaba tibio por las frescas brisas que se invitaban solas paseándose por su habitación y la cálidez de su cama que estaba acumulando varias gotas de sudor casi invisibles alrededor de su cuerpo.

Ochaco se abrumo cuando el calor era mas que la frialdad, terminó por levantarse a regañadientes.

En sus ojos se nublaba la vista, veía paños de diferentes tonalidades tenues. Se frotó con su mano izquierda mientras que con la otra buscaba su aparato móvil.

En letras negras con los bordes blancos se leía siete con siete, aun era demasiado temprano así que fue a su baño para aliviar su vejiga; terminó y procedió a lavarse las manos luego de bajar la cadena del inodoro. El sonido del retrete era su acompañante en ese momento entonces prendió la radio para tener otros sonidos acompañándola.

Su reflejo en el espejo la asustó al ver a una muchacha con oscuras siluetas debajo de sus ojos, el leve carmín salpicándolos, frunció su seño dando una mirada que le recordaba a cierto compañero suyo ¿Cuántas horas había dormido realmente? Lucía como si se encontrara en una batalla a excepción de que los golpes y rasguños eran intercambiados por las marcas de las sabanas creando líneas e hileras en sus redondas mejillas.

Su cabello...Bueno, su cabello era como siempre -como un nido de pájaros improvisado- hoy no tenía ganas de cepillarse, realmente no tenía ganas de nada así que se encaminó a su cama usándolo como protección ante todos y todos para envolverse en su sabanas gruesas y tomar otra siesta.

                                                              O

                                                               o

                                                               O

Su cuerpo estaba muy adolorido pues su brazo derecho quedó atrapado bajo su espalda, su otro brazo igualmente bajo su cabeza con su mano torcida por arriba.

Se desenvolvió mientras se quejaba en voz baja ya que no quería molestar sus compañeras de al lado. Luego de estar perfectamente acomodada buscó su teléfono para mirar la hora, pero se asustó al ver la cantidad de mensajes que había recibido; dos de parte de Tsuyu, uno de Mina y diez de Lida. Cuando ya estaba por contestar recibió una llamada de este último.

Dejo que el tono de llamada sonara mientras miraba atónita la foto que tenia para su contacto. Por alguna razón no recordaba el día anterior hasta que vio la foto; ellos felices, Uraraka muy sonriente y a su lado estaba Lida del mismo modo en un día donde los rayos del sol reinaban en cada rincón del lugar, bajo ella estaba Deku quien sujetaba con dificultad tres helados -uno de limón, fresa y el otro de choco menta ese día tuvieron una salida al parque más cercano luego de que su amigo de cabello verde se recuperara de las heridas de sus brazos- ella no recordaba tal vez por su shock de ayer.

Manchó la pantalla con gruesas lágrimas resbalando por toda esta hasta gotear el piso. Arrugó su ceño cuando trato de no llorar, pero era imposible, al terminar el tono de llamada y la foto desapareció se desplomó en su cama abrazando el teléfono y dejándose llevar por la creciente corriente en su garganta que escupió finalmente al derramar una cascada de sus chocolatosos ojos.

Deku estaba allí quien sabe donde ante el peligro de cualquier villano que se le cruzara. Confiaba en su fortaleza y corazón heroico, pero no en todas las personas quienes seguramente ya estaban rastreando su paradero. Rezaría a los dioses o a quien sea necesario por su bienestar, pero deseaba de todo corazón que nada malo le sucediera.

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