Kawasara: Déjame amarte.

La primera herida.

Capitulo 1:

Todo era bello, amaba profundamente a mi familia... Creí que siempre sería así, vivir con el amor de mis queridos padres...Creí que siempre estaríamos juntos, que ellos  estarían en los momentos más importantes de mi vida, en aquellos en donde me verían crecer plenamente...Pero todos esos pensamientos fueron tontos e inútiles, porque todo se acabó aquél día... Aquél dia en el que todos mis sueños se vinieron abajo.
Jamás lo podré olvidar, aquél padre en el que tanto confiaba...Vivir a su lado se volvió un completo infierno... Ya nada tiene remedio... He perdido la noción, y solo espero morir en esta triste soledad, en la me han abandonado, querida madre... Querido padre... ¿Por qué?

Este mundo es un asco...O más bien... Mi vida, y todo desde aquella ocasión en el que algo dentro de mí se rompió y el brillo en mis ojos se apagó... Sólo quedaba la desesperanza y el dolor, mi cicatrices sangraban a no más poder, nadie estuvo...  Dolía tanto, me dolía tanto que solo quería morir... Pero... Un día llegó, alguien me dió la mano, y sin importar mi pasado o mis profundas cicatrices... Me extendió la mano, y llenó mi vacío con palabras llenas de cariño...

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12 años atrás .

En medio de una gran oscuridad había una pequeña niña que se encontraba despierta, no podía conciliar el sueño pues unos gritos llenos de odio llamaron su inocente curiosidad, estos eran unos gritos provenientes de la habitación de sus padres.

Con un poco de esfuerzo bajó de la cama, iba caminando hacia la habitación de sus progenitores mientras se frotaba los ojos con ambas manitas, tomó a un dinosaurio de peluche que se encontró en el camino, aquél que alguien muy especial le había obsequiado en su cumpleaños número cuatro, cada vez los gritos se hacían sonar, sigilosamente se asomó por la puerta que se encontraba semi abierta topándose con una escena que jamás olvidará por el resto de su vida... O tal vez aquella escena que vivirá atormentado sus noches de sueño.

—Entonces, ¿Aún así piensas irte?!!

Gritaba un hombre alto con los cabellos similares a ella, eran color azabache, aquél hombre no era nada más y nada menos que su propio padre quien le gritaba descaradamente a una mujer de cabello peculiar.

—Ya estoy harta Sasuke, ¡harta de ti!¡Maldigo el día en que te conocí!

Gritó una mujer pelirosa y con una mirada llena de furia.

—¡Sakura escúchame!, ¡¿Qué será de nuestra hija?!...¿Como piensas dejarme solo con la niña?, ¡Ella necesita a su madre!.

— Cállate... Tú solo has arruinado mi vida...Todo este tiempo... ¡Nunca te amé Sasuke!, ¡Jamás lo hice!

—Entonces era eso...Y si nunca me amaste, ¿Por qué?,¿Por qué decidiste permanecer a mi lado hasta ahora?... Por favor recapacita, aún estamos a tiempo Sakura... Tenemos a una hija, ¿Cómo es posible que digas eso ahora?... ¡Cuando ella más te necesita!...¡No nos abandones!¡, ¡Hazlo por Sarada!.

—Me largaré de este sitio, lejos de ustedes, y eso no será un impedimento... No han hecho más que estorbarme.

La pequeña niña no pudo más, de un solo golpe abrió la puerta y se dirigió a abrazar a su madre quien portaba dos maletas listas para marcharse.

—¡Mamita!, ¡Por favor no te vayas!...¡No me dejes sola!...¡Papi y yo nos portaremos mejor!, ¡Te lo prometo!... ¡Quédate!

Gritaba la pequeña niña mientras soltaba el llanto como si fuese un enorme mar de lágrimas aferrándose a su madre, ésta sólo la tomó de los hombros separándola de ella .