Kawasara: Déjame amarte.

Heridas.

Nuestro amor iba creciendo...nos hicimos esenciales el uno para el otro, su sonrisa me atrapaba por completo...su mirada me hipnotizada...
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¿Cuánto tiempo había pasado desde aquél día?... Semanas... Meses, no lo sé.
El tiempo era relativo tanto para kawaki como para mí.

En la lejanía de un mundo tranquilo, o uno justo, ésto que estaba viviendo parecía más fantasía.
Debido a mis Miles de problemas, o mis Miles de miedos, tenía mucho temor de alejarlo a él.
Sin que Kawaki lo supiera, tenía que suprimir todo lo que en casa pasaba, él sabía de la malicia de mi padre, pero jamás me habia dado detalles de lo demás, del abandono de mamá... O del abandono moral por parte de mi padre Sasuke.

Una azabache permanecía recargada sobre el pecho de un moreno bajo la sombra de su árbol preferido en aquél instituto .

La primavera había pasado sin dejar huella, lo único que había presente eran las pequeñas brisas que el viento traía. El sol tatuaba todas las pieles.

-Entonces, tu tío muy pronto se casará?

-Así es...su prometida es alguien muy linda, no salgo mucho de casa pero las pocas veces que la he visto me ha agradado, ellos dos se ven tan felices juntos.

-Me imagino. Deben ser unos grandes amantes .

¿Amantes?

-Kawaki...

-Dime, Sarada...

-Crees que yo... Soy...

Debido a su mirada no podía sacar las palabras que tenía atrapadas en los labios.

Kawaki sonrío irónicamente mirando a su amada.

-Tú sólo dilo...

-Está bien...me pregunto si algún día tú...te cansarás de mí?

Tragó saliva un poco nerviosa por la respuesta.

-¿Qué pregunta es esa?.

-No lo sé...es sólo que tú tienes la oportunidad de andar con quién tu quieras...

Kawaki no apartó la vista permitiendo que ella siguiera hablando.

-Es tonto pero a veces pienso que esto es...

Inesperadamente el moreno plantó un beso en los finos y suaves labios de la azabache.
Despertó un poco de confusión.

-¿Ésto responde tus dudas?

Dijo el moreno sonriendo mientras acariciaba las rojas mejillas de Sarada.

-Kawaki...

Ahora era ella quien acariciaba su rostro.

—No tengo palabras... Pero espero que eso te sirva como respuesta. ¿No lo crees?

Kawaki...

-Con que aquí estaban.

Dijo un joven de manos cruzadas  interrumpiendo aquél momento.

-Shikadai, tsk, que molesto, ¿qué sucede ahora?.

-Jamás cambian chicos...en fin sólo vine a mostrarles ésto.

El ojiverde sacó de su bolsillo una hoja doblada a la mitad para luego extenderla, había un anuncio.

"Baile de verano".

-Tenemos que ir...

-Y a ti desde cuando te gustan esos eventos Shikadai?, hace tiempo decías que eran un fastidio.