Kawasara: Déjame amarte.

Tiempo.

Él siempre dijo que era linda a pesar de mis estúpidas lágrimas, pero tengo tanto miedo de sus ojos mirar y perderme en su profundidad... Con la esperanza de un futuro encontrar  sobre lo que está por venir...
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El día de hoy Kawaki y yo irémos al cine. Cumplimos ya cuatro meses de noviazgo. Pese a los problemas con mi padre.

Todos estos días han sido de mera felicidad, incluso hasta olvido los problemas que me ocasiona Karin y la frialdad de mi padre. Ya no me importaba nada...sólo quiero permanecer al lado de Kawaki para siempre, ¿Está mal pensar de esa forma?, Si apenas llevamos poco saliendo, no lo sé realmente pero  ese es uno de mis únicos sueños...tal vez él más importante...Quiero que él me siga cubriendo con sus fuertes brazos mientras me alienta.
Cuando creí que estaba sola en este mundo Kawaki llegó y todas esas noches de tristeza y de soledad él las borró en poco tiempo.

¿Quién diría que se volvería la persona más importante para mí?...

Una azabache se encontraba dentro de su habitación frente al espejo cepillando sus largos cabellos.

Aplicó un labial discreto sobre sus labios, se rocío una loción con olor a rosas y finalmente tomó su bolso como era de costumbre,  salió de la habitación cautelosamente, bajó las escaleras buscando que nadie estuviera allí.

Al momento de darse cuenta de que estaba sola se apresuró para llegar a la salida de aquella gran casa sin que nadie la viera. Una fuga perfecta.

-Yugo...puedes llevarme?.

-Si, señorita.

Dijo seriamente.

Después de varios minutos de viaje y nerviosismo Sarada se encontraba por fin en aquél parque, donde alguien de ojos grises, muy alto con un porte inigualable, cabellos rebeldes y piel morena se encontraba recargado sobre el tronco de un árbol con los brazos cruzados y una sonrisa de lado.

Tan malditamente atractivo...

-Llegas tarde.

Dijo el joven sonriendo de lado

-Tsk...sólo demoré cinco minutos, no es la gran cosa.

Comentó apartando la mirada sonrojada.

-Hmp...tienes razón, pero para mí es una eternidad... No es nada raro que una señorita pueda dejarme esperando...¿ Eh? que cretina.

Dijo Kawaki acercándose a Sarada tomándola desde la cintura.

Ambos se miraron fijamente y unieron sus labios en un beso lleno de sentimientos.

-Te extrañé...

Dijo susurrándole al oído.

En realidad ella amaba eso.

-Y eso que apenas ayer nos vimos en la escuela tonto...

Dijo Sarada sonriendo mientras jugaba con los cabellos de su amado

-Es una tortura no poder verte... ¿No crees?

-Te amo...

Nuevamente aquella pareja volvió a unir sus labios.

Él la tomaba cuidadosamente, sabía cómo besarla con ternura y delicadeza al mismo tiempo mientras ella se dejaba llevar tomándolo desde los brazos por su gran altura.

Poco después separaron sus labios sin dejar de cruzar miradas.

-Bien Sarada, nos vamos?. Si seguimos así la película ya habrá terminado.