Frágil

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Llamada telefónica:

—¿Hola?

-Itachi…

-Sasuke?

-Hermano...disculpa por lo de hace rato.

-No te preocupes, te entiendo más de lo que imaginas.

Un silencio pesado se hizo presente en la llamada hasta que Sasuke decidió hablar.

-Volví a lastimar a Sarada…

-Ya veo.

-No se que hacer, creo que está vez...

-Ay hermanito, creo que ya sabes por donde empezar ¿ no?

-Si, tienes razón.

-Tranquilo ella no es tan rencorosa como tu jeje.

-Tsk, tonto.

-Es broma Sasuke.

-Nos vemos por la noche en casa de Izumi ¿vale?

-Si, si.

El azabache menor colgó el teléfono, dió un gran suspiro y salió de su habitación para dirigirse a un sitio en especial.

Sarada se encontraba aun dormida en el suelo cuando alguien toca su habitación , ella lentamente busca sus anteojos y abre la puerta, donde para su sorpresa se encontraba su padre con una mirada casi de cansancio o tristeza.

-¿Qué pasa papá?

-Sarada...yo…lo de hace un rato...yo.

-No te preocupes...tienes razón creo que no valoro todo el esfuerzo que haz hecho hasta ahora...en todo caso yo fui quien...tuvo la culpa y..._

Dijo sin completar su frase pues unos brazos fuertes la envolvieron completamente, haciéndola retroceder un poco por la fuerza de inercia ejercida _

-Nunca tienes que sentirte culpable, Sarada, lamento todo esto, se que estos años no han sido fáciles, pero eso no justifica como me he comportado contigo...soy yo quien lo siente... perdóname por todo, por todas esas cosas horribles que te dije hace un rato...no fui capaz de pensar, el simple hecho de mencionar a Sakura hace que me hierva la sangre ya lo sabes…

-Papá...

Dijo Sarada correspondiendo al abrazo con la mirada al cielo aun atónita _

-Calma... papá estará aquí...contigo…

-Creí que me odiabas…

-No vuelvas a creer eso...como podría odiar a alguien que le da sentido a mi vida… he sido un idiota, sin darme cuenta he lastimado lo más sagrado que tengo en mi vida.

-Nunca te he odiado, eres mi padre y de alguna y otra forma permaneciste a mi lado cuando más te necesité.

Al menos tú no te fuiste como mamá...

La azabache se separó lentamente de su padre para sentarse en su cama mientas miraba al suelo seguido de su padre quien ahora se encontraba a su lado acariciando sus mejillas.

-Papá.

-Dime.

-¿Sigues extrañando a mamá?

-No.

Dijo fríamente _

-Bueno...yo sí.

-No tiene caso recordarla, fue una decisión que ella tomó…

Kawasara: Déjame amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora