𝚄𝚗𝚊 𝚜𝚎𝚐𝚞𝚗𝚍𝚊 𝚘𝚙𝚘𝚛𝚝𝚞𝚗𝚒𝚍𝚊𝚍 || ℓιѕσσ

Capítulo 47

Después de un rato de estar en mi habitación por fin caí en cuentas, Minnie no estaba así que salí a preguntarle a mi madre.

-Ma, ¿sabes dónde está Minnie?- Me senté en su cama mientras ella se pintaba las uñas.

-Dijo que iba a pasar el día con unos familiares, capaz y llega hasta mañana.

-Oh, claro- Dije sin más y regrese a mi habitación. No sabía que hacer, estaba aburrida pero al mismo tiempo no quería hacer algo. ¿Y si voy a molestar a Rose? Si, tal vez es buena idea. Mire mi celular y vi que eran las 4:30, seguramente su no cita con Jennie ya habría acabado.

-¿Hola?- Dije a través del celular.

-Lisa, ¿qué pasó?- Me pregunto con rareza.

-¿Acaso no puedo llamar mi mejor amiga para saber cómo está?- Dije con inocencia

-No mientras estoy con Jennie- Contesto con brusquedad haciéndome rodar los ojos.

-¿Sigues con ella?- Dije sin prestarle importancia a lo anterior.

-Justo me está dejando en mi casa, espera... ¡Adiós Nini, te amo!- Gritó Justo en la bocina, alejé el celular por inercia- Ahora si, ¿qué pasó?

-En 10 minutos llegó a tu casa- Anuncié y colgué. Y tal y como lo había dicho, 10 minutos después ya estaba estacionándome en la casa de la rubia, baje rápidamente y empecé a tocar la puerta con desesperación.

-¡Ahhh! ¡¿Cuál es la prisa?!- Rose se quejó abriendo la puerta- Vas a hacerle un agujero a mi puerta.

-Lo siento, es que... es que tengo que hablar contigo- Dije con nerviosismo entrando a su casa.

-Bueno, vamos a mi habitación, tengo que limpiar antes que llegue mi madre- Me miro con una ceja alzada y partimos.

-¿Y cómo te fue con tu doble cita?- Empecé para intentar apaciguar mis nervioso.

-Agh, horrible- Dijo con gesto inconforme haciéndome reír- Pero después me quedé a sola con Jennie y estuvo increíble- Miro hacia la ventana con gesto soñador.

-Me alegra oír eso- Confese y ella asintió tomando una escoba. 

-Rose...- La llame con cuidado. Sabía que era hora de decirle la verdad, ella era de mis mejores amiga, y confiaba plenamente en ella. A parte necesitaba sacarlo, necesitaba confesar esto que tanto me atormentaba y buscar apoyo y comprensión, aunque no sabía si lo último iba a poder dármelo.

-¿Que pasa?- Dijo sin mirarme mientras barría su cuarto. Solté un suspiro pesado, un nerviosismo se apoderaba de mi cuerpo, tenía miedo.

-Necesito decirte algo...- Volví a hablar-... importante.

-¿Estas embarazada?- Por fin me miro, pero no tardo en reírse de tal suposición. Yo rodé los ojos y aquella broma me relajo un poco.

-No, no estoy embarazada- Confesé.

-Era obvio, creo que tú serías la última persona a la que pudiera escuchar decir eso, es científicamente imposible que sea así- Me miro divertida mientras continuaba su acción.

-¿Que quieres decir con eso?- Hice un puchero.

-Lisa, querida Lisa...- Se sentó alado de mí en la cama mientras me agarraba una mejilla y miraba con "ternura"-... Quiero decir que estoy un 99 % Segura que serás Virgen hasta los 40

-Oye, tú qué sabes- Le quite la mano de mi rostro con molestia- Por si no recuerdas he tenido novios.

-Mmm... Claro, los mismos novios con los que has terminado porque no sientes esa "chispa"- Se paro mirándome con incredulidad.