Capítulo 23.

1.3K 83 1
                                    

-Quiero volver a casa.-Le llorique a Gloria.

-No seas ridícula, estás en Los Angeles, puedes conseguirte algo mejor.-Apoyó, ella tenía razón.

-Iré a pasear un rato, ahora vuelvo.-Gloria me había dado un mapa de la ciudad de Los Angeles, no le entendía muy bien, pero si me perdía podía tomar mi teléfono y marcarle.

Caminé observando cada detalle de la gran ciudad de Los Angeles, era realmente hermosa. Muchas personas mostrando diferente tipo de arte en las calles, el paseo de la fama y de mas cosas. 

-Auch.-Gemi sintiendo el golpe del pavimento en mis rodillas.

-Oh, lo siento.-El chico con el que había chocado me ayudó a levantarme.

-Eres un tonto Jack.-Se burló una chica detrás de él.

-Oye, dejame.-Le resongo y sacudió sus pantalones.-Lo siento, ¿estás bien?.-Preguntó observándome.

Era un chico muy lindo, alto, ojos marrones, cabello castaño claro y delgado.

-Si, ¿tú estas bien?.-Le pregunté embobada en su rostro.

-Si..-Respondió.

-¡Jack!.-Volvió a gritar la chica.

-Jenn, ven.-Una chica bajita, morocha y con lindo cabello café claro y largo se acercó.

-¿Qué?.-Preguntó algo fastidiada al chico.

-Ayudame a ayudarla.-Los tres reímos levemente por el comentario.-Soy Jack, ella es Jenn.-Presentó por ambos.

-Soy Cass.-Dije, ellos asintieron a mi saludo.

-Cass, ¿quisieras venir con nosotros?.-Preguntó Jack.-Es una forma de decir que lo siento por chocar contigo.-Río levemente.

-Claro, gracias.-Le dije y los dos se subieron a su penny board y me guiaron hasta un restaurante.

Ambos pidieron algo de beber y Jack insistió en que yo también ordenara algo, al final los tres caminábamos con una malteada en mano.

-Vayamos a Santa Mónica.-Opinó Jenn, sonreí, siempre ha sido uno de mis mayores sueños conocer esa playa.

-Claro, ¿vienes?.-Me preguntó Jack.

-Sólo le avisaré a mi hermana.-Ambos asintieron y marqué el número de Gloria, le dije que iría a Santa Mónica y ella sólo me dijo que me cuidara.-Vamos.-Éstos chicos parecían muy buenas personas.

Jack tría un lindo Jeep color negro, me recordó al auto de Gilinsky y sonreí al recordar aquél tonto día, además de que ambos se llamaban Jack.

-No eres de LA, ¿cierto?.-Preguntó Jack de la nada, negué.

-No, soy de Carolina.-Le dije, él se colocó sus lentes de sol.

-Me gusta mucho Carolina, ¿Norte o sur?.-Preguntó.

-Norte.-Respondí, extrañaba mucho mi casa.

-Cass, no es que sea metiche, pero ¿eres la novia de Nash Grier?.-Trague en seco ante la pregunta de Jenn.

-Era su novia.-Ella se disculpó en silencio y resté importancia.

-¿Por qué terminaron?.-Preguntó Jack.

-Eso no se pregunta.-Lo regañó Jenn.

-Está bien, y por infiel.-Ambos asintieron.

Me dolía hablar de Nash y más de la manera que lo estaba haciendo, pero era la verdad. Unos quince minutos mas hablando y riendo llagamos a la playa.

-Es hermoso.-Suspire, era más hermoso de lo que imaginaba.

-Entonces, se merece una foto.-Dijo Jenn, Jack me abrazó por los hombros y pasé mi mano por su cadera, Jenn tomó la foto de nosotros con el mar de fondo.

-Es muy linda la foto, me la mandas Jenn.-Le dijo Jack, me sonroje levemente. Jenn me pidió mi número de teléfono y se lo pasé, después me mandó la foto a mi también.

Pasamos una gran tarde en la playa, conociéndonos más, eran unos chicos realmente divertidos y extraordinarios.
Llegué a casa antes de la cena, invité a los chicos a cenar, ellos lo dudaron un poco, pero después los convencí de que se quedarán.

-Fue una tarde divertida.-Repetí a Gloria, los tres reímos y mi hermana río nerviosa.

-Si, sobre todo cuando Jack se cayó.-Volvimos a reír aún más fuerte, Gloria nos veía con una mirada confusa.

-Si no hubiera caído, no la hubiéramos conocido.-Me sonrió, Jenn y yo volvimos a reír.

Despedí a los chicos y me tiré en el sillón, amaba el sillón de mi hermana.

-Veo que te has olvidado demasiado rápido de Nash.-Comentó Gloria.

-¿Qué?.-Pregunté levantando la cabeza.

-El chico, Jack, creo que le atraes.-Negué repetidas veces, no le podía gustar a Jack. Llevábamos horas de conocernos.

-Creo que le gusta Jenn.-Dije, y era cierto, tenían muchas miraditas sospechosas.

-Eres una tonta.-Se fue enojada hasta su habitación y me dejó confundida en el sillón. Ella había sido la que me dijo que me olvidara de Nash, ¿o no?.

El Restaurante | Nash GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora