-Pedido para la mesa cuatro.-Grito Vale.
-Atiende a los de la dos.-Me dijo Jasib cuando paso a mi lado. Bufé, me levante de mi asiento y camine a regañadientes a la mesa dos.
-Buenos días, ¿que desean ordenar?.-Cuestione a los tres chicos en la mesa.
-Tu número, guapa.-Me guiño el ojo un chico con bandana. Dios mio, ¿que trabajo me ha tocado?
-¿Algo más?.-Pregunte fastidiada.
-No le hagas caso.-Habló un moreno.-Me gustaría una malteada de fresa y unos waffles.-Veía la carta.
-¿Cuadrados o..-Seguía anotando en mi libreta.
-Redondos.-Me interrumpió y asentí.
-¿Ustedes?.-Hable para el de la bandana y el rubio.
-Hotcakes con fresas y chocolate, y una malteada de vainilla.-Me contestó el rubio.
-Dos malteadas, chocolate y fresa.-Dijo el de la bandada.
-¿Solo eso?.-Le cuestionó el moreno.
-Esperaré a los demás.-Contesto. ¿Vienen más?,me pregunté.
Camine hasta la barra y puse la orden. Como no teníamos muchos clientes a esta hora me quede sentada esperando la orden.
-Trata de poner una mejor cara, cariño.-Me dijo mamá, sonreí falsamente y esperé.
-Aquí esta.-Me entregó mi madre la orden de los chicos después de unos 15 minutos de espera.
-Aquí tienen.-Puse la bandeja en la mesa.-Waffles con malteada de fresa.-Le entregue al moreno.-Hotcakes y malteada de vainilla.-Le di su orden al rubio.-Y las dos malteadas.-Le entregue al último chico.
-Si, pero son dos.-Me dijo.-¿Crees que puedas tomarla con nosotros?.-Preguntó. Reí un poco falsamente.
-Estoy en horario de trabajo.-Le respondí cortes.
Aunque odias este trabajo, me dije.
-Y tiene novio.-Le dijo Jasib, mi primo. Él siempre se hacia pasar por mi novio cuando yo no quería salir con alguien o alguien me coqueteaba, al igual que yo con él.
-Oh, lo siento amigo.-Le respondió y esta vez en toda la semana reí con ganas.
-Él es solo mi primo, pero enserio no puedo.-Le contesté.
-¿A que hora sales?.-Preguntó el moreno.
-A las ocho.-Mentira.
-Te esperaremos.-Me guiño un ojo el rubio.
Solo les sonreí, camine hasta la barra a esperar a más clientes.
Despues de un tiempo llegó un chico más a su mesa, y como había sido mi mesa tenia que ir a atenderlo..también.
-Hola, ¿que deseas ordenar?.-Me acerqué. El chico tenia unos bonitos ojos azules y era realmente atractivo. Al igual que los otros, me dije.
-Nada, gracias.-Bebía de la malteada adicional que le lleve al de la bandana.
-Esta bien.-Me susurré y me alejé de su mesa.