きりばく Cap 6

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Me llamo Bakugo Katsuki, tengo 15 años y me importa un comino lo que quieran saber de mi, solamente haré que todos sepan que seré el número 1, el mejor héroe de la existencia y superaré a All Might.

Toda mi vida ha sido de puras molestias por culpa de Deku, ese maldito nerd lo detesto con el alma. Cuando éramos niños jamás pude comprender porque seguía conmigo cuando lo trataba tan mal, ni siquiera lo trataba como a mis amigos y eso debió notarlo.

Cómo sea... Hoy en día el maldito nerd y yo seguimos juntos, estamos en la misma clase buscando en algún futuro convertirnos en los mejores héroes.
Me molesta demasiado tener que lidiar siempre con él y eso que se haya guardado su quirk realmente me impacienta.

En fin... Actualmente llevo una vida tranquila, siempre molestando al maldito nerd, recibiendo regaños de mi madre, mi padre dándome consejos y la gente criticandome por mi actitud; no ha sido facil, pero lo he sabido sobrellevar a la perfección, después de todo no me interesa.

Mi mejor amigo es Kirishima y desde que nos conocemos hemos estado juntos, lo invito a mi casa de vez en cuando y suele ser muy molesto porque la bruja no deja de ser amable con él, es como si quisiera que aprendiera a ser más tranquilo y no discutiera con ella, pero el susto que le ponga veneno a la comida o algo que pueda dañar la salud de mi amigo me molesta, después de todo es una maldita bruja.


Después de la despedida tan amarga que dió a su amigo, se dispuso a alistarse, el tiempo transcurrió y finalmente luego de algún tiempo, Bakugo salió de casa y se dispuso a irse al lugar donde citó a la chica castaña, pero no se dió cuenta que alguien lo seguía y observaba desde lejos.

Kirishima, quién seguía dudoso sobre lo que el rubio había estado charlando tan animado y que le provocaba celos, había decidido seguir al otro para descubrir lo que se traía en manos y seguramente lo que vería no sería nada bueno para él.

— Disculpa la tardanza, no encontraba mis llaves y tuve una discusión con la bruja... Clásico de siempre.

— Oh no te preocupes, igual acabo de llegar y ordené un café... ¿Gustas algo?

— No te preocupes por mi, ordenare cuando venga el mesero a entregarte lo tuyo.

— De acuerdo... ¿Y que era lo que querías decirme?

— Iré al grano... Ya no me gusta nuestra relación... La detesto.

— ¿A qué te refieres con eso?

— Estuve pensando y no me gusta lo melosa que eres, eres muy linda, tierna, inteligente, hábil... Pero la verdad que detesto lo melosa que eres, está bien que sea de vez en cuando, es muy tierno de tu parte y se que es parte de ti, pero yo no lo soporto más, es demasiado para mí.

La castaña solamente se dispuso a tragar saliva, sintió como si un cuchillo le fuera clavado en la espalda y su corazón se sentía estrujado.
— Entonces... ¿Quieres que terminemos? —

— No exactamente... Más bien quisiera que cambies eso, me gusta mucho estar en una relación contigo, se que te ha costado mucho aparentar ante los demás que no somos nada. — Dió un ligero suspiro para bajar su mirada y luego de unos minutos la volvió a alzar, la observó directo a los ojos y le tomó la mano, su tacto era cálido, pero se sentía la presencia de decepción y tristeza ante lo antes mencionado.
— Eres de las únicas personas que han respetado mi manera de pensar y actuar, respetaste mis decisiones y por eso antes de terminar primero quería hablarlo contigo... No quería que las cosas terminaran así como así; sin antes hablarlo porque eso es lo que hacen las parejas, lo hablan y se arreglan.

La castaña de cara redonda como solía decirle el chico explosivo, se veía confundida y asustada ante sus palabras, además de que poseía un ligero rubor en sus pómulos, parece que en parte no le había gustado la idea, pero el ver a su novio actuar y hablar de esa manera realmente que la sorprendía ya que como dijo; ellos ante sus compañeros de clase y amigos no eran cercanos, ni siquiera pasaban tiempo juntos en el almuerzo como cualquier pareja normal haría.

Tampoco tenían en sus redes sociales que estaban en una relación y mucho menos publicaciones de fotos juntos.
Era confuso, no parecían pareja, definitivamente no tenían ni siquiera la pinta de que anduvieran, las fotos tenían que guardarlas en sus teléfonos y no las tenían ni de fondo de pantalla.

La chica lo pensó un momento, dió un ligero suspiro y observó como su mano seguía siendo sostenía por la de su amado, le hacía muy feliz estar a su lado, pero había algo que no le terminaba gustando de su relación.
— Bakugo... Eres muy lindo... Pero de verdad ya no se que hacer... —

— ¿Que quieres decir con eso?...

— Es sólo que nuestra relación no es normal, debemos fingir que somos compañeros y ni siquiera en redes sociales podemos subir fotos, si de verdad terminar es lo que quieres mejor dilo de una vez... Respeté tus condiciones porque te amaba, pero siempre ha sido lo que TU quieres, jamás has pensado lo que YO quiero y hubiera deseado tener una bonita relación contigo...

— ...

El chico simplemente se quedó callado, estaba sorprendido por las palabras de la contraria, no sabía ni siquiera que responder ante ello ¿De verdad solamente pensaba en él como ella mencionó? Estaba tan sorprendido como confundido.

— No me mires así porque hasta tu mismo sabes que es verdad... ¿Cuál es la lógica de tener una relación si la vas a mantener oculta del resto? ¿Tienes miedo que me ataquen? Yo también soy fuerte y estoy aprendiendo más cosas para serlo aún más. — Soltó su agarre de la del contrario y lo observó con seriedad, en lo más profundo de su corazón le dolía, pero ya no podía continuar con aquella falsedad, se lastimaba más creyendo que algún día Bakugou se diera cuenta de lo que hacía, que solamente pensaba en si mismo y no en los demás.
— Lo siento Bakugo, pero terminamos... Yo ya no puedo continuar con esta mentira... — Se levantó y observó que el mesero llegó, tomó el café y se dispuso a darle algo de propina, también le dió el pago por lo ordenado y salió del lugar sin nada más que mencionar.

Golpes de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora