Los Bravo

Prologo

-De verdad que estoy cansado de todo esto Genaro- le reclamaba Jacinto Bravo a su hijo mientras conducía nuevamente el trayecto de la comisaria a su casa.

-No tienes que venir cada vez que te llamen, madre dice que si me dejaras, se formaría mi carácter-

-Borra esa estúpida sonrisa de tu rostro niño, sabes que no quiero que seas un puto ignorante- lo fulmino con la mirada- ¿Cómo puedes dar tantos problemas?, ya no eres un niño, la universidad está a punto de desistir de ti-

-Pues que lo hagan, ¿No me digas que ahora al gran Jacinto Bravo le importa lo que diga la gente?- eso era todo, Jacinto no permitiría ni una palabra más de esa sucia boca. Y poniendo todo su peso en el freno se detuvo en seco haciendo que Genaro se reventara la frente en la guantera

-Bájate- dijo sereno- está bien si quieres ser un maldito ignorante, pero para que estés enterado, "El gran Jacinto Bravo" como me llamaste no es un pobre estúpido hijo de papi incapaz de ganar un solo peso- lo miro lleno de furia- Los Bravo ganamos cada centavo, bien o mal habido, y eso es algo que ni si quiera eres capaz de hacer-

El joven moreno bajo del auto molesto y frustrado; detestaba todo lo que el apellido Bravo le brindaba, pero adoraba todas las comodidades que el mismo le brindaba.

Todo era claramente una mierda, pero no ganaría nada si seguía discutiendo con su padre, así que haciendo lo que mejor sabia bajo del auto fingiendo que no le importaba mientras su padre concluía el sermón con dos opciones "Concluir el semestre" o "irse a la mierda" ambas propuestas eran tan poco atractivas para el que pensó que el darse un tiro en ese momento quizá era la mejor elección.

El joven Bravo se quedó en la carretera un rato pensando ¿Cómo Demonios podría sobornar a su padre? Necesitaba tenerlo de su lado al menos durante un tiempo mientras decidía que hacer con su vida. Pero su cerebro no tenía buenas respuestas así que simplemente camino, camino por el infernal desierto de Texas... "Tiene que regresar"