8 | Lo sabe

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Mystic Falls

Narrador Externo :

La puerta de la habitación del vampiro se habre de golpe y rápidamente se dirige hacia la sala. Había escuchado los ruidos y gritos desesperados de Ameli y temía que algo malo le hubiera pasado.

Al llegar se encuentra con la habitación completamente destruida. Los muebles tirados , pluma negras en el piso , cristales esparcidos por todo el cuarto y al frío y la lluvia entrando por las ventanas. Pero su mirada busca a alguien en especial y la encuentra. Inconsciente en el suelo.

Con su velocidad se acerca y agacha para estar a su altura. Se asegura de que tiene pulso y luego la carga en brazos para llevarla a su habitación.

La deja con cuidado sobre la cama y ve que sus pies están manchados con su sangre. Siente el dulce aroma a sangre humana , pero a comparación con las otras es mucho más fuerte y embriagante , venas negras aparecen debajo de sus ojos y de inmediato sale del cuarto.

Varios minutos después de haberse tranquilizado regresa pero esta vez con un botín de primero auxilios para vendar y curar los pies de la adolescente.

La arropa y deja un suave beso en su frente , sale de la habitación de la menor y se encamina nuevamente a la sala , viendo lo destrozada que está.

¿Qué demonios sucedió?

Se preguntaba una y otra vez. Sabía que hiba a tener insomnio esa noche , así que decidió limpiar todo lo que podía y cubrir las ventanas para que no entrara agua o viento. Claro que todo con el mayor cuidado de no hacer mucho ruido , no quería despertar a Ameli.

A la mañana siguiente ;
Nueva Orleans

- ¡Kol! - llamaba una y otra vez a su hermano menor , quien no aparecía desde hace horas - ¡Sal de una maldita vez Kol! ¡Si quieres volver a ver la luz del día y comer pastita te recomiendo que dejes de actuar como un cobarde y salgas de tu escondite! - sus gritos sonaban en toda la casa -

Caminaba a paso apresurado por los pasillos que daban a las habitaciones. Ya había entrado a cada una de ellas buscando al , ahora , oji-azul , pero no había rastro de él por ningún lado y sabía que no había salido de la fortaleza.

Pero había una habitación en particular a la que no había entrado. Una a la que no había entrado desde hace meses de hecho.

¿Por qué no había entrado?

Simple. Una palabra : culpa. Klaus se sentía culpable de lo que pasó aquel día en la iglesia. Ese acontecimiento lo atormentaba todos los días , pero sobretodo en la noche. Cuando en los sueños , las imágenes de aquella castaña siendo agarrada por las brujas , cuando vio que se la esvan llevando mientras ella lo miraba con ojos suplicantes y luego le rompieron el cuello a él. El recuerdo de su pequeño cuerpo en la mesa de mármol del cementerio y sobre ella la daga que Genevieve le hiba a clavar en el corazón. El miedo en sus orbes verdes.

Se sentía culpable , muy culpable. Sin embargo nunca se disculpó con Elijah o con Ameli por lo sucedido. Pero , según el híbrido , estaba pagando su "precio" cuando las pesadillas lo visitan todas las noches.

Con pesar giró la perilla y abrió lentamente la puerta. El aire frío lo golpeó de inmediato , al ser un cuarto que nadie ha usado , la calefacción no se prendió durante meses , y las ventanas cerradas , es lógico que haga tanto frío.

El Regreso de Ameli Mikaelson - Petrova [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora