En el tira y afloja de este mundo donde casi todos nosotros perdemos a alguien de manera incomprensible, no consigo expresar lo que me supone apartar la vista de los viejos tiempos sin sentir una dulce emoción.
Usted pertenece a aquellos días en lo...
«Creía que mi alma se encontraba libre, pero veo que aún soy prisionera del corazón»
Charlotte Brontë
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En una tranquila banca, iluminada por faroles a lo lejos de la bulliciosa ciudad, un individuo sostenía el libro "El Principito" entre sus manos, absorto en la contemplación del vasto cielo estrellado. Sus pensamientos se veían envueltos en una repetición constante de una sola palabra: "tres". Solo las parejas que se asomaban al mirador, oculto entre los árboles, interrumpían su ensimismamiento.
Observando con indiferencia las conversaciones triviales y los alardes vacíos de las parejas, una sonrisa irónica se dibujaba en su rostro. Mientras el romanticismo fluía a su alrededor, él irradiaba una aura de soledad que atraía miradas compasivas, como si los demás creyeran que la felicidad les era ajena.
A pesar de ser el objeto de miradas femeninas que intentaban atraer su atención, Wakasa lo encontraba molesto, como un gato ante una simple gota de agua. Pero lo más irritante no era eso, sino la inocencia de las parejas que le recordaba a su propio pasado. ¿Cómo habían descubierto este lugar, su refugio personal durante el último año?
Aunque intentaba ignorar las miradas, se veía obligado a reconocerlas. Descansando su rostro entre las páginas de "El Principito", buscaba tranquilidad en el silencio, hasta que la voz de Shinichiro lo interrumpió.
" ¿El Principito? ¿No lo habías leído ya? " preguntó Shinichiro, aludiendo al variado repertorio literario de Wakasa. Este, frunciendo el ceño, apartó el libro y respondió con calma.
"Los buenos libros merecen ser leídos una vez más, ¿no crees? " Una respuesta elocuente que revelaba su amor por la lectura y su afán de expandir su vocabulario. Shinichiro, sin respuesta, dirigió su mirada hacia el mirador escondido.
"¿Volviste a venir aquí? Pensé que lo habías olvidado " murmuró, intentando no perturbarlo demasiado.
" Sí, todavía tengo algunas cosas en mente. Solo quería un momento a solas. Pero de repente, apareció toda esta gente. " Suspiró, expresando su deseo de disfrutar de la soledad en un lugar que, para él, seguía siendo especial.
En silencio, ambos contemplaron la lejanía de la ciudad desde el mirador.
" ¿Tú...? ¿Volviste a parar aquí? Pensé que lo habías olvidado " expresó en un tono bajo, intentando hablar con calma y sin querer asustar, ya que lo había buscado desesperadamente casi toda la tarde.
" Sí, todavía tengo algunas cosas en mente " suspiró ." Solo buscaba un tiempo para estar solo. Pero de repente, apareció toda esta gente. Solo quiero estar un momento a solas conmigo mismo, ¿sabes?"
