Capítulo 8: 77

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Los ojos de SeokJin brillaron por un breve instante, sus piernas ya se habían detenido dejando al rubio caminando solo por casi una cuadra, mientras hablaba y creía que era seguido por el castaño. El cuerpo de alguien conocido le pareció entrar a un motel a unos metros de él en la otra acera, inconscientemente trasladó su cuerpo de manera rápida hasta donde pudiese ver mejor, necesitaba estar seguro de lo que había visto, pero aun así el brazo del rubio no tardó en darle un fuerte agarre, el cual lo sacó de su posible paranoia, no pudo asegurarse de nada, pero aun así su corazón se sentía totalmente inquieto y se vio obligado a mentir solo para no levantar sospecha de nada con su actitud cambiante.

- Oye, ese no es el camino- escucharon los oídos del castaño, la voz del rubio retumbó de una manera que, lo hizo poco más que lamentarse por su estúpida acción.

- Lo siento.

- ¿Eso fue un estúpido intento de escape?

- No me serviría de nada intentar escapar, no creo ser tan ágil como para no ser encontrado.

- Mmh, algo sensato de tu parte.

El camino de vuelta sí que fue silencioso, YoonGi era bastante reservado con casi todo y dentro de ese todo cabían perfectamente sus palabras. Tampoco es que el castaño haya intentado iniciar nada, pero no sentía la misma sensación viajando dentro de ese vehículo, algo era diferente, algo le incomodaba, algo le faltaba.

La figura masculina que creyó ver logró dejarlo pensando y cuestionándose todo lo posible, la cabellera negra era algo reconocible desde lejos, de todas formas, no podía creer ni confiarse en que su hermano fuera tan poco estratega como para planificar quedarse tan cerca de la zona roja, por donde solían transitar todos los que entraban en ese bar.

Acompañó con sus pasos al rubio dentro del todo el bar buscando con la mirada la presencia de NamJoon sin darse cuenta, como un instinto o por mera costumbre. Las pálidas manos del más bajo llegaron al pomo de una de las puertas de las pocas habitaciones privadas que tenía el bar, cuando se encontraron dentro, con una luz acogedora y una persona con sus pies sobre la mesa, mientras limpiaba un arma el silencio se rompió.

- ¡Hyung! Ya regresaste- se le escuchó decir al hombre sentado en una de las sillas mientras bajaba los pies y dejaba el arma como algo de segundo plano.

- Sí, lo mismo de siempre, los mismos encargos aburridos de Choi.

Los pies de YoonGi no tardaron en trasladarse hacia la mini nevera repleta de botellas de cerveza que reposaba en una de las esquinas de la enorme habitación, con la esquina de la mesa se deshizo de la tapa metálica.

-¿Y el chico? Creí que Monster estaba a su cargo.

- Conoces a Choi, me pidió que lo llevara conmigo hoy. Creo que su plan era solo joderlo un poco más de lo que ya lo hace.

Los labios del desconocido formaron una pequeña "o" seguida con un asentimiento de cabeza. La garganta del rubio dejó pasar el líquido amargo mientras observaba como SeokJin se quedaba de pie sin hacer nada cerca de la puerta, no le serviría de nada salir de ahí si no era acompañado por nadie, Choi notaría que algo pasaba con él o que inevitablemente algo lo hacía querer regresar con el moreno.

- ¿Algo bueno del encargo?

-Nada en especial, pero fui con Baek, me pidió otro trabajo.

-Creí que tratabas de dejar atrás todo eso.

- Es Baek, me alimenta cada vez que quiero, no podría decirle que no.

La mirada felina de YoonGi volvió a plantarse en SeokJin, inmóvil, quien no participaba de la conversación y que apenas pestañaba en su dirección.

Zaino [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora