Capítulo 5: Assemble

163 24 1
                                    

Sus pasos eran firmes. Caminaba con enojo, su mirada demostraba molestia.

El pasillo no era tan largo, menos aún con la longitud de sus piernas.

No hace mucho había dejado al castaño en su apartamento luego de otro día de entrenamiento, el sol había desaparecido hace horas. Regresó a devolver el fusil, nadie sabía que lo había retirado del bar otra vez.

Choi lo llamó de imprevisto, no le importaba si él notaba que había sacado aquella arma del recinto o si se molestaba con él. Le enfadaba tener que seguir sus órdenes. Había tenido un día bastante extenso y ahora debía verle la cara.

Abrió la puerta con un notorio desdén. Ingresó con sus ojos felinos casi clavados en la persona sentada al otro lado del escritorio.

—¡NamJoon! Llegaste rápido — habló con una sonrisa que le enfermaba— no te quitaré mucho tiempo, solo quería decirte que necesito al chico en dos días.

—¿Qué? ¿En dos días? Pero si aún no ha pasado ni una semana.

—NamJoon, el que da las órdenes y manda aquí soy yo.

—Lo estás haciendo para joderme ¿no es cierto?— preguntó acercándose al escritorio. Apoyó sus dos manos sobre él inclinándose para amenazarle.

—No tengo porqué darte explicaciones—contestó sin inmutarse.

—No está listo.

—Eso no me interesa.

—Pues deberías si lo que planeas es hacerlo uno de nosotros.

—Ya aprenderá.

—Kang nunca haría eso.

Al parecer esas palabras lograron descolocarlo. Detestaba que le compararán. Su sonrisa desapareció y su cabeza se inclinó hacia la izquierda.

—Yo no soy mi padre— dijo con seguridad— Estas son las nuevas reglas, mis nuevas reglas— continuó con firmeza— Y si yo te digo que lo quiero aquí en dos días lo tendré en dos días a menos que quieras que me desquite contigo ¿entendiste?

—Estás loco.

—Vete, no tengo tiempo para esto.


[•••]


La madrugada ya había comenzado. Las luces de la ciudad abundaban entre toda la oscuridad. La camioneta avanzaba rápido entre los pocos autos que había en las calles. SeokJin vivía apartado del centro de Seúl y también del bar, por suerte el viaje habían logrado que NamJoon se calmara.

Cuando bajó de su camioneta estacionada a una calle de los apartamentos donde vivía el castaño observó la hora en su celular. Pasadas las 2 A.M.

Chasqueó la lengua y acomodó el bolso gigante en su hombro antes de comenzar a avanzar. No había nadie transitando por ese lugar a pie además de él. Observó la calle vacía y las paredes de algunos negocios cerca que estaban grafiteadas. Se preguntó cuándo fue la última vez que él lo había hecho.

Caminó con amplios pasos llegando en poco tiempo, rogó porque el castaño le abriera y no le ignorara, las noches cada día parecían más frías.

El largo edificio solo tenía dos plantas y el castaño vivía en una del segundo piso. Se deslizó por la escalera de metal hasta el departamento N°12  que era el último de los que se encontraban en la planta superior.

Suspiró luego de notar que no había ninguna luz que se asomara por debajo de la puerta. El castaño debía estar dormido.

Un ruido extraño proveniente de afuera de su apartamento lo despertó. Abrió sus ojos tratando de adaptarlos a la poca luz dentro de su pequeña habitación.

Zaino [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora