Todo estaba limpio, el lugar tenía un aroma a vainilla que su apartamento nunca logró tener gracias a la humedad. El castaño en silencio observaba curioso moviendo solo sus ojos ante el techo tan alto. Ahora entendía porque el lugar se veía de esa manera por fuera. Caminó despacio hacia los ventanales mientras NamJoon se quitaba su sudadera y la ponía en el sofá. Los autos se veían pequeños, como si viera en pantalla algún juego de carreras de los años 90'.
—Siéntate, descansa un poco— sugirió el moreno luego de acercarse a modificar la temperatura.— Espero que no te moleste, no soy amante del frío.
Mientras los minutos pasaban el lugar iba poniéndose más cálido cada vez, SeokJin quitó su tercera capa de ropa debido al frío y la puso a un lado de la de NamJoon una vez esté desapareció entre las habitaciones.
—Si quieres puedes tomar una ducha, pediré algo para comer ¿Te gusta la comida china?
—Sí, gracias, eso estaría bien— Contestó con una sonrisa.
Acercó su cuerpo hasta las cajas que estaba a un lado de la puerta, revisó entre sus cosas buscando ropa más cómoda y acorde a la temperatura del lugar.
Una vez estuvo dentro del baño suspiró varias veces, si bien NamJoon le había salvado el cuello una vez más todavía era incomodo convivir de esa manera con él.
Todo estaba lleno de vapor, el agua caliente era perfecta, su cabello ya estaba lavado completamente y solo le faltaba enjabonar su cuerpo. Al momento de volver a abrir el paso del agua escuchó como la puerta del baño fue abierta, se asustó.
—¿N-NamJoon?
—Hyung, bajaré unos minutos por la comida. Hay más toallas en mi cuarto si las necesitas, ya regreso.
—O-ok— Contestó retirando el jabón de su cuerpo lentamente y con vergüenza, como si lo estuvieran viendo.
Se oyó a lo lejos como la puerta de entrada se cerraba. El moreno no parecía estar preocupado de que algo malo pasara, SeokJin pensó incluso que le diría donde habría un arma para defenderse, sin embargo, cuando salió con una toalla enrollando su cuerpo notó que el moreno aún no regresaba. Y tal y como el moreno mencionó se encaminó entre las puertas buscando la habitación del menor.
Abrió una de las puertas y encontró una habitación de tamaño mediano con un closet incrustado en la pared y una cama grande a un lado de la ventana. Aún no creía que el lugar era realmente del moreno.
Se encaminó hasta las puertas blancas revisando entre las distintas repisas las toallas que el moreno mencionó. Su cabello goteaba y era un problema.
Cuando estuvo totalmente seco regresó a vestirse al baño dejando las toallas en un cesto de ropa sucia que se encontraba a un lado. Lavó sus dientes y lo llevó hasta su caja una vez terminó.
Miró por última vez a su alrededor y cuando sintió que el moreno se demoraba demasiado se preocupó. Se levantó del piso dejando atrás sus pertenencias y se asomó por el visor de la puerta para ver si alguien venía. Cuánta fue su sorpresa cuando se abrió la puerta al instante golpeándolo en la nariz y dejándolo en ridículo.
—¡Auch!— vociferó con dolor mientras el moreno entraba con sorpresa y preocupación.
—¿Hyung? ¿Qué pasó?— preguntó preocupado una vez vio como el mayor se cubría el rostro luego de escuchar el golpe.
—Tranquilo, estoy bien...— mintió tratando de no evidenciar su dolor. Si su nariz no se había roto había estado a punto de hacerlo.
NamJoon soltó la bolsa que traía dejándola en el piso, guió al mayor hasta la cocina una vez se percató del pequeño hilo de sangre que salía por entre las manos de SeokJin.
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Zaino [NamJin]
FanfictionEl pequeño hilo del que pendían se fue desgastando. La maldad del hombre conspiró contra ellos. Sus cuerpos se fundieron. Ojos se cerraron. Esas miradas desaparecieron. • • • 《Todos los acontecimientos y personajes relatados en esta historia son fic...