Los pocos días que tuvieron avanzaron más rápido de lo que ellos hubiesen pensado. SeokJin ya no llevaba la cuenta de cuántas veces NamJoon había cruzado la línea de su espacio personal solo para joderle. Lo empujó de su lado discretamente en varias ocasiones y en otras, ya fastidiado, se dejó estar. El moreno tenía una manera peculiar de enseñar, para Jin en realidad era bastante extraño todo su ser en sí, lograba explicarle muchas de las cosas que creía necesarias con toda la seriedad del mundo que hasta conseguía que el castaño temiera contestar erróneamente, pero de pronto y sin anda que hiciera que se pudiese anticipar ya estaba acariciando suavemente la piel del cuello del mayor.
— La próxima vez que pasemos más de dos noches juntos deberíamos intentar dormir en la misma cama — dijo una vez apartó su mano de la palanca de cambios para encender el radio de su camioneta.
— Si eso llega a ocurrir te aseguro que te golpearé tanto que te haré ver a tus antepasados.
— Auch... Eso casi logró espantarme. Solo asegúrate de dejarme inconsciente sobre tu cama, así podré sentir tu olor mientras muero.
— Te aseguro que terminarás en la calle. — NamJoon sonrió.
— Si no cumples mis deseos antes de que muera quedaré como un alma en pena y vendré a visitarte en las noches.
— Ja, no veo la diferencia entre tu tú vivo y el muerto. — Sus brazos se cruzaron y lo miró con seriedad.
— Eso suena como si te visitara cada noche. Solo he pasado dos noches contigo, si quieres que regrese dímelo y para la próxima ocasión traeré un lubricante. — El moreno inclinó su cuerpo hacia el asiento del copiloto restándole distancia entre sus cuerpos para incomodar aún más a SeokJin.
— Ya cierra la boca.
El rostro de suficiencia no se apartó del moreno por un largo rato, molestar la mayor mientras estaban juntos se había vuelto su pasatiempo, no es como si hablara en serio cada vez que le insinuaba algo en doble sentido, pero podía percibir como las orejas de SeokJin enrojecían a pesar de que mantuviera su semblante serio.
El largo camino hacia el bar esa mañana no se había hecho tan tedioso debido al poco silencio por parte de NamJoon, el castaño sabía perfectamente que al llegar tendría que ver a la cara al devastador de su tranquila vida, quizás por eso de a momentos seguía contestando a las ocurrencias del moreno, para bajar su tención. Una vez dentro hicieron el mismo camino que días anteriores hacia la oficina al final del bar, SeokJin iba respirando lentamente mientras seguía los pasos del moreno que desde esa distancia lograba transmitirle seguridad. Era extraño que Choi lo citara tan pronto para hablar, ya había dejado claro lo que requería de él, pero Jin no estaba seguro de si podría serle de utilidad. Lo único que sabía de su hermano había sido a través de esa llamada en la que solo le advirtió que algo malo ocurriría, pero por su mente aún no llegaba la luz de cómo lo encontraría, más bien, por su mente pasaba la idea de cómo protegerlo de aquello. Su hermano se había equivocado como antes, muchas veces lo había hecho en el pasado y SeokJin siempre encontraba como librarlo que cualquier mal que se le avecinara, pero esto era algo de otro nivel.
NamJoon abrió la puerta sin antes tocar y eso sorprendió al castaño. Un escritorio lleno de billetes y el hombre de sonrisa puntiaguda los esperaba dentro de la habitación.
— Oh, SeokJin, ansiaba ver tu cara, espero que estés lo suficientemente listo— Saludó Choi mientras terminaba de sujetar con una liga de plástico todos esos billetes amarillos mientras los dos chicos se adentraban.
— Sé claro, por qué pediste que viniera antes, para qué lo necesitas. — preguntó con voz resentida el moreno.
— NamJoon, haznos el favor de esperar a fuera. — Solicitó con un rostro neutro mientras golpeaba el siguiente montón de billetes al que planeaba juntar.
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Zaino [NamJin]
Fiksi PenggemarEl pequeño hilo del que pendían se fue desgastando. La maldad del hombre conspiró contra ellos. Sus cuerpos se fundieron. Ojos se cerraron. Esas miradas desaparecieron. • • • 《Todos los acontecimientos y personajes relatados en esta historia son fic...