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Me levanté más temprano que de costumbre, porque hoy era la reunión con los amigos de Mikey. Estaba emocionada, feliz y ansiosa por conocerlos. ¿Serán como Mikey? ¿Seremos amigos? Estas y muchas preguntas más rondaban mi mente.

Terminé de bañarme, pero dudaba si ponerme un vestido o unos shorts; sin embargo, al ver los fuertes rayos del sol a través de la ventana, me decidí por los shorts junto con una camiseta blanca, una gorra verde y un bolso a juego. En la bolsa había una variedad de dulces, como dorayakis.

- ¡Estoy lista Miku! - dije a todo volumen mientras bajaba descuidadamente las limpias y blancas escaleras.

La hermosa empleada de ojos marrones me miró con una sonrisa y con una llamada, el conductor estaba listo en la puerta.

-Señorita T/n, recuerde tener cuidado, ¿está segura de que no quiere ir con guardaespaldas? -  me preguntó.

Negué con la cabeza y con una sonrisa salí por la puerta principal. La cálida y hermosa sonrisa de Miku me hizo sentir feliz y segura, ella era más que una empleada... era mi amiga.

El conductor me abrió la puerta del auto negro con una sonrisa amistosa, en la que entré de inmediato. De camino a la cafetería sentí que mi corazón latía con fuerza y como una niña pequeña me quedé mirando por la ventana.

-Ya llegamos señorita T/n.

- ¡Gracias! - me despedí del conductor, mientras agarraba mi bolso lleno de dorayakis.

Caminé rápido para entrar, sin embargo, cuando estaba frente a la puerta de la cafetería me detuve, pues no dejaba de pensar en lo que podía pasar.

- ¡Oh! ¡Ahí está T/n! - Kazutora gritó, interrumpiendo mis pensamientos.

Cuando me giré hacia él noté que estaba al lado de Baji y ambos parecían heridos, así que caminé rápidamente hacia ellos. 

- ¡T/n, co-! - Baji no pudo terminar de hablar, porque corrí hacia él para saludarlo.

- ¿Están bien? - pregunté preocupada.

Ambos me dijeron que solo son rasguños y que no me preocupara. Sin embargo, ignorándolos, puse mis manos en sus mejillas, las cuales en segundos estaban completamente curadas.

- ¡Mierda! - dijo Kazutora sonriendo- No tienes ninguna herida, Baji.

- ¡Tú tampoco! -respondió Baji sorprendido- ¿Y no corres ningún peligro cuando lo haces, T/n?

-Hasta el día de hoy no me ha pasado nada - respondí mientras caminábamos hacia la cafetería- Además, aunque estuviera en peligro, seguiría usándolo, porque ustedes son mis amigos.

Baji y Kazutora me miraron sorprendidos y con una sonrisa en el rostro me dijeron que cuando me vieron parecía un ángel.

Estaba detrás de Baji y Kazutora cuando entraron a la cafetería y mientras los observaba noté que Kazutora tenía un tatuaje en el cuello.

-Es un tigre... ¡Le sienta muy bien! - pensé.

Perdón por la demora, Baji tenía ganas de pelear- dijo Kazutora sonriendo.

- ¡Bien! Cámbiense para que podamos tomarnos la foto - dijo un chico con una trenza rubia.

Luego vi a Mikey comiendo helado con la cuchara en la boca. Además, noté que había varios muchachos, por lo que me sentí nerviosa, pero no lo mostré. 

- ¡Hola, soy Yorishiki Akira! Y es un placer conocerlos —dije con una sonrisa amable.

Tan pronto como hablé, todos me miraron sorprendidos y en segundos sus mejillas se sonrojaron. Inmediatamente, un chico de tez pálida y cabello similar al de Kazutora se paró frente a mí, a lo que le sonreí.

Tokyo Revengers Y T/n Donde viven las historias. Descúbrelo ahora