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Dos años después. 

Durante los dos años que pasaron, muchas cosas cambiaron. Puedo comenzar diciendo que la curiosidad por conocer como era la vida de los jóvenes dentro de la correccional me hizo visitarla el día siguiente del incidente. 

El lugar tenía colores sobrios y oscuros. Los guardias, las personas encargadas de la limpieza y de la cocina, mantenían una expresión seria y amarga, como si estuvieran haciendo su labor forzosamente. 

En las horas de comida y recreación, la interacción entre los guardias y los prisioneros era totalmente nula. Sabia perfectamente que no era un campamento o un viaje escolar, pero pensar en que seguían siendo niños me partía el corazón. 

Al salir de ese lugar, no pude evitar pensar en el posible futuro que tendría cada niño o joven de ahí. Lo más seguro es que al no recibir una adecuada rehabilitación volverían a robar o asesinar. Esa misma tarde nos enfrentamos a los Black Dragon. Tuvo un final victorioso donde nosotros salimos ganadores. Después fuimos a celebrar en la misma cafetería de siempre. 

En la noche tuve problemas para conciliar el sueño, pues los rostros tristes y perdidos de los niños que había visto en la correccional, no dejaban mi mente tranquila y pensar que Kazutora pudo haber estado ahí junto a ellos hizo que tomara la decisión de volver a ese lugar. 

Al día siguiente hablé con el encargado del reformatorio y con ayuda de mi padre lo compramos. Mi padre dejo la correccional en mis manos, me dijo que debía encargarme de mi nueva obligación. 

En mi primer día de ser dueña de la correccional de Roppongi, me encargué de remodelar el lugar por completo. A los trabajadores les pague y les pedí que se dieran unas vacaciones hasta que se sientan listos de volver a trabajar. Por ello contraté a nuevos especialistas, psicólogos, psiquiatras, cocineros, limpiadores y guardias. Asegurándome como siempre que sean los mejores y de confianza. 

Por supuesto que necesite ayuda de asesores. Puedo ser muy competente y capaz, pero sigo siendo una niña que también quiere salir a jugar y comer helado con sus amigos. Gracias a los asesores y a mi nuevo secretario personal, pude tomar las mejores decisiones para el reformatorio. Me tomo una semana completa de trabajo y esfuerzo para poder lograr reconstruir y mejorar el antiguo correccional.  

Luego de haber establecido los horarios de trabajo para los empleados en la correccional.  Hizo darme cuenta que solo necesitaría ir de dos a tres veces por semana para ver los avances, pero cada vez que tenía un espacio después de cumplir mis deberes como sub comandante en la Toman junto a Draken, iba al reformatorio para poder pasar mas tiempo con ellos. 

En diciembre de ese año La Toman creció e incluimos a Matsuno Chifuyu, Shiba Hakkai y a los hermanos Kawata. El primero se encargo del puesto de vicepresidente de la primera división, que estaba a cargo de Baji y Kazutora. El segundo es vicepresidente de la segunda división, que esta a cargo de Mitsuya. Mientras que los hermanos Kawata se encargaron de la cuarta división, Smiley como presidente y Angry como vicepresidente. 

Los niños de la correccional cada día avanzaban con su rehabilitación, de tal manera que los resultados sorprendían a los especialistas. Después de todo eran niños....niños que cargaban un gran peso en sus hombros, llenos de dolor y sufrimiento. Las terapias, citas, medicamentos sin duda ayudaron, pero la confianza que brindaban los especialistas los ayudo a sanar mas rápido. 

De igual manera con Ran, Rindou, Izana y Kakucho. Al principio fue realmente difícil para los especialistas y para mi tratar con cada uno de ellos, en especial con Izana. Nunca antes había conocido a alguien tan roto como el. Así que dedique mas de mi tiempo en su rehabilitación. Al comienzo no importaba cuanto me acercara, el simplemente me ignoraba. Entonces, pase toda una noche averiguando sobre el, y encontré que había nacido en Filipinas. 

Tokyo Revengers Y T/n Donde viven las historias. Descúbrelo ahora