EL PROTEGIDO DEL LEÓN

3-NO TE PERTENEZCO

Xiao Zhan sabía que no era capaz de usar el nombre de Wang Yibo para invocarlo y pedirle que lo protegiera a él y a su abuela cuando niño. No quería ser egoísta, y mucho menos obligar a alguien que lo abandonó, a quedarse a su lado a la fuerza.

Vivía una vida tranquila junto a sus amigos y su abuela Xiao Lian, estando al tanto de que los espíritus lo seguían y debía defenderse de ellos y de los Demonios. Pero jamás creyó, que cuando su camino se cruzara nuevamente con aquel león desvergonzado de cabellos castaños, éste lo sacaría arrastrando de esa fiesta prácticamente secuestrado. Puesto que aunque sus amigos trataron de seguirlos, Wang Yibo los había hecho desparecer y reaparecer en una habitación de hotel frente a la playa.

Por obvias razones, el azabache busco la manera de escapar de aquel lugar en cuanto llegaron. No comprendía las intenciones del otro, pero sabía que de estar allí no era para cuidarlo como su Protector, de lo contrario ya lo habría hecho desde hace años.

—Alejate de mí—advirtió Xiao Zhan empujando al castaño por décima vez aquella noche en un inútil intento por apartarlo.

El menor avanzó con pasos firmes hasta la entrada, decidido a irse lo más rápido posible. Pero antes de poder tocar la cerradura, fue levantado del suelo por el otro.

—Lo siento lindura, pero eso no es posible —sonrió Wang Yibo llevándolo cargado hasta la habitación mientras pataleaba, y arrojándolo a la cama para después terminar subiéndose sobre él de forma demandante—. Está noche vamos a dormir juntos...

— ¡¿De qué rayos estás hablando león descarado?! ¡Quítate de encima! ¡Si no te mueves te patearé! ¡Ni creas que estoy bromeando!

— ¿Yo descarado? ¡Tú eras el que estaba bailando en esa pista con los demás a tu alrededor! ¿Qué esperabas? ¿Qué te aplauda por estarme engañando?—gruñó el castaño atrapandolo de las muñecas para tenerlo quieto—. No me consideraba un esposo celoso, incluso me fui para dejar que crecieras lo suficiente antes de cometer una estupidez... ¡Pero tampoco voy a permitir que dejes a otros verte de esa forma! ¡Tú eres solo mío!

— ¿Espera qué?—parpadeó Xiao Zhan confundido.

— ¿Qué de qué?

— ¡Explícame en éste instante de que estás hablando! ¡No entiendo nada! ¡¿Cómo que esposo?!—se sacudió el azabache para liberarse del agarre en sus manos.

— ¿Hablas enserio?—alzó una ceja incrédulo— ¿A caso olvidaste que tú mismo invocaste ésto?—le mostró el anillo de oro en su dedo anular.

Xiao Zhan abrió sus ojos avellana con asombro. De todos los detalles de aquella primera vez que conoció a un Protector, no recordaba en lo absoluto que sus palabras habían creado ese anillo. Fue cuando a su mente llegaron las imágenes de la luz que se formó alrededor de la mano de aquel león y como éste gruñía por intentar quitárselo.

—Pero...yo solo te pedí que me protegieras como...un Protector...yo no quería que... No te creo, eso lo estás inventando.

—Parece que realmente no lo entiendes lindura. Está bien, te lo explicaré y después podemos continuar con nuestra primera noche...—sonrió Wang Yibo más calmado.

—Espera... ¿Qué quieres decir con...?

—Los Protectores son aquellos cuyo poder puede ser usado para cuidar de los Cazadores durante su lucha contra los Demonios. Existen diferentes líneas y habilidades para cada una... Las Panteras al unirse a uno forman un vínculo parecido al de hermanos, ya que ellos mismos tienen dentro de su división a Alfas y Omegas que se anudan... Luego están los Lobos que son iguales. También tenemos a los tigres cuya alianza es similar a una amistad. Por último los Leones, que son la línea más poderosa de todas. Su lazo con un Cazador se da a partir de que ambos cumplen la edad apropiada, ya que su vínculo es el de un matrimonio y si el León se siente atraído por el humano que lo invoco...pues debe reclamar a su pareja. Es simple, por eso mismo en cuanto tú me reclamaste como tuyo para que te cuidara....el anillo apareció... Lo que te hace literalmente mi esposo, y me da ciertos derechos....—se inclinó para poder lamer sus labios descaradamente.