EL PROTEGIDO DEL LEÓN

7-ENEMIGA DEL PASADO

Aviso. Este capítulo tiene contenido violento y explícito... Recomendación ir en busca de una soda y palomitas de maíz. Leer bajo su propio riesgo...La autora no se hace responsable de posibles problemas para dormir después de esta historia 🤭

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La película de terror había sido una excelente idea después de todo. Ambos muchachos no sólo permanecieron juntos y sumergidos en su mundo, si no que ahora el azabache sonrojado por la vergüenza, debía esconderse con su bufanda el cuello marcado por su León desvergonzado.

Wang Yibo no esperaba que el menor se declarara en medio de aquella sala oscura, y mucho menos que aceptara estar con él dejando todos sus miedos atrás. Esto era demasiada información para que pudiera controlarse, así que simplemente se dedicó a devorar los labios y cuello de su esposo durante toda la película. Manteniéndolo entre sus brazos como si realmente buscara comerse al pobre conejo. No recordaba cuando fue la última vez que su corazón dió latidos tan fuertes y alocados, y su capacidad de razonar ya era prácticamente nula.

En cuanto salieron del cine, Xiao Zhan desvió su mirada al suelo. Caminaron tomados de la mano y el humano no pudo evitar temblar por la mezcla tan intensa de emociones. Todo su mundo era diferente, se sentía seguro y quería permanecer así por siempre. Pero lamentablemente para la pareja, su camino se detuvo con el crujir de una hoja seca esparcida en el pasto. Una pisada tosca perteneciente a una criatura lo suficientemente pesada, como para que aún intentando no ser atrapada fuera descubierta.

—Sigue caminando...—susurro Wang Yibo aparentando calma.

—La energía que desprende es Demoníaca... Nunca sentí una tan oscura—comentó Xiao Zhan apretando su mano.

La oscuridad de la fría noche cubrió las calles tornándose todo gris. Con las pocas personas que aún disfrutaban de su regreso a casa o sus paseos acompañados de sus amigos. Todos ajenos al terror que las almas aún en la tierra, sentían ante la imagen de aquella criatura.

Wang Yibo sujetó el dije en forma de León que siempre llevaba puesto, y cerró los ojos concentrándose en el para llamar a su hermano mayor—Liu...te necesito.

Poco a poco fueron avanzando, alejándose del resto de los humanos para que no salieran heridos en su pronta batalla. Y en cuanto llegaron a una zona desierta, con solo de testigo el parque que solía visitar el azabache de niño, se detuvieron compartiendo una última mirada antes de voltear y enfrentarse a quien fuera que los estuviera siguiendo.

Xiao Zhan retrocedió un par de pasos ante la figura que parecía observarlo con hambre. Un Demonio de alto nivel que poseía los músculos intactos, pero que tenían una coloración rojiza brillante en ellos, como si de  éstos chorrera una gran cantidad de sangre. El torso descubierto con las costillas expuestas, hacia a la criatura tambalearse de un lado a otro, manteniendo un movimiento poco predecible que resaltaba sus pupilas carmesí y sus garras cobre.

—Es un Sirviente, mayormente su tarea es rastrear a la presa de un Demonio perteneciente a los Pilares Demoníacos...—hablo el castaño—Es uno de los más fuertes que existen.

— ¿Cómo se supone que acabaremos con esa cosa y por qué nos siguió hasta aquí?—interrogó asustado—Este no se compara a los que me siguen normalmente...

—Esa criatura no está aquí solo por tí—gruño cubriendo al menor para que no lo lastimaran— ¡Ya déjate de juegos! ¡Sal de una maldita vez Demonio!

—Así que el hermano menor de Wang Yifei aún me recuerda...—dijo una voz femenina—Bien, entonces nos divertiremos un poco...

Una mujer de cabello largo y pelirrojo cayó desde arriba como si se tratara de un simple salto. Ling Mao sonrió de oreja a oreja con crueldad ante el odio que desprendía el León. Tomó una postura burlona y meneo su cintura sacudiéndose un poco el vestido blanco aún manchado con sangre de alguna víctima.