EL PROTEGIDO DEL LEÓN

10-TÓMAME

Aviso. Capitulo con contenido para mayores de 18 años...🐷🐷🐷

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El estallido de aquella luz semejante al sol había logrado despertar recuerdos escondidos en lo más profundo de su memoria. Xiao Zhan ahora sabía la verdadera razón de la muerte de sus padres y el origen del poder que llevaba dentro. Era un don, pero también una maldición que lo vió obligado a protegerse cada día de su vida, para no morir a causa de los Espíritus Oscuros u otra clase de Demonios. Él era un arma, una capaz de sellar la pequeña grieta de la puerta que conectaba con el Infierno.

El apenas perceptible sonido del reloj marcando la hora, fue suficiente para que el azabache despertara del sueño que lo hundía en sus recuerdos. Abrió los ojos lentamente intentando dejar atrás el aturdimiento producto de la reciente batalla, y cambio su posición teniendo cuidado para no lastimarse, dándose así con el rostro de Wang Yibo aún dormido a su lado.

Sin dudas, el mayor era una obra de arte, en todo el sentido de la palabra. Sus pestañas gruesas caían como una cortina y su cabello castaño decoraba sus finos rasgos. Xiao Zhan acarició la mejilla del contrario, percibiendo la suavidad de su piel, continuando hasta los labios de cerezo que empezaban a esbosar una sonrisa ante las caricias del otro.

—Ya deja de provocarme—dijo Wang Yibo tomando la mano del azabache y entrelazando sus dedos en ella.

—Por lo visto estás bien... ¿Qué hay de tus heridas? ¿Te duele algo? ¿Necesitas que avise a los demás que ya estamos despiertos?

—Aun me duele un poco el torso, pero mi energía fue suficiente como para poder curarme del ataque de Ling Mao...—cambió a una mirada más seria—Sobre eso, hay muchas cosas que aún no te he contado, y creo que es el momento de hacerlo. No quiero tener secretos contigo...

— ¿Estás listo para contarme?—inclino su cabeza a un lado.

Wang Yibo pestañeó al ser él mismo atrapado en aquella pregunta.

¿Estaba listo para hablar de hechos tan dolorosos de su pasado?

—Yo...

—Yibo...—interrumpió Xiao Zhan dándole un casi tímido beso en los labios—Ahora sólo quiero estar contigo, los secretos pueden esperar hasta que te sientas seguro de decírmelo...

—Zhan, creeme que te deseo con locura...pero no tengo mucha fuerza en estos momentos como para tomarte entre mis brazos y hacerte mío... Así que deja de hacerme provocar por qué es cruel—bufó el castaño.

Xiao Zhan se removió entre las sábanas para poder subirse encima del más alto y sentarse en su regazo a horcajadas. Sus mejillas sonrojadas y el destello brillante en sus ojos eran señal de que muy a pesar de su vergüenza o miedo, quería estar con el León. Rápidamente y ante el asombro de Wang Yibo, se quitó el polo suelto que llevaba y lo dejo caer al suelo mientras quitaba el seguro de su pantalón de mezclilla.

— ¿Qué estás haciendo?—preguntó incrédulo.

—Se suponía que a noche sería nuestra primera vez...—se levanto un poco para poder desprenderse de lo que quedaba de su ropa—Pero la situación se complicó y ahora estamos ambos un poco débiles. No esperaba que fuera así, sin embargo ya no quiero esperar más...

El mayor lo tomó del rostro para atraerlo y lo besó con deseo y devoción. La sola idea de que Xiao Zhan se estuviera entregando a él era demasiado como para poder contenerse. El beso se fue intensificando y el azabache rodeo el cuello del Protector con sus brazos dándole la facilidad de que se aferrara a su cintura para mantenerlo en esa posición.