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2 de junio, 2021

Agarro las llaves que mi padre me tiende.

-¿Podrías llevarte a Alex?- pregunta mi madre.

-Claro- Alex se sienta en el suelo y empieza a ponerse las zapatillas.

Adela, Austin y Zack me esperan fuera, en el porche. Me despido de mis padres y salgo con mi hermano agarrado a mí mano. Les muestro las llaves y comenzamos a andar hacia el coche. Adela se sienta donde el copiloto y los chicos atrás. Zack sienta a Alex y le abrocha el cinturón mientras yo voy arrancando. A mí lado, Adela empieza a buscar en mapa donde hay un supermercado cercano.

Nuestros padres se han encargado de darnos una lista con todo lo que tenemos que comprar junto con el dinero que me han dado. Parece ser que han puesto su confianza en mí, dándome el puesto de jefa en este pequeño viaje. Mientras que mi amiga empieza a dirigirme, enciendo la radio y escucho como Alex empieza a cantar la canción que comienza a sonar.

-Solo tienes que seguir de frente y en la primera calle tienes que girar a la izquierda- indica mi amiga, cuando entramos a un pueblo.

Como dice Adela, diez minutos de trayecto ya puedo ver el aparcamiento del supermercado. Dejo el coche cerca de la entrada y salimos todos, agarrando unas cuantas bolsas que hay en el maletero. Cuando entramos dentro, busco un carro para ir dejando toda la compra y sentar a Alex en el pequeño sillín que hay en él.

Andamos por los pasillos, buscando cada cosa de la lista mientras que se va tachando. En un momento Austin desaparece murmurando algo que tiene que comprar una cosa que se le ha acabado.

-¿Qué es eso?- señala mi pequeño hermano cuando vuelve Austin.

Le miro la mano y siento que me recorre una oleada de calor cuando identifico que es lo que lleva. Condones.

-Esto es un tipo de protector para dos personas que sirve para cuando se divierten, pero solo lo puede llevar uno de los dos- habla Austin, y se queda tan pancho.

-¿Y yo lo puedo utizar?- pregunta, inocente, entrecierro mis ojos en dirección a Austin.

-No, esto solo lo pueden utilizar los adultos, cuando seas mayor si quieres te regalo uno- le doy un manotazo en el brazo y el comienza a reírse-. Debes darme la razón, morena, mejor que se le compré y lo utilice cuando tenga nuestra edad, a que no lo utilice y se divierta sin eso con la otra persona- remarca la palabra.

Bufo y niego la cabeza, comenzando a mover el carro, él deja el paquete dentro. Me muerdo el labio al ver la talla que ha comprado.

-¿Hablándole ya a esta edad sobre la sexualidad a Alex?- Adela y Zack hacen acto de presencia, llevando en sus manos las últimas cosas que aparecen en la lista.

-Para nada- responde inocente Austin.

-¿Vas a utilizar eso para las fiestas que te montas en tu habitación?- Zack señala el paquete.

-Estas invitado, guapo.

-Dime hora y me paso- le sigue el juego, Adela y yo nos reímos al ver la escena.

-Disculpen- una voz femenina interrumpe la conversación de los chicos.

Me giro hacia ella. Una chica de casi mi estatura y que aparenta mi edad, con la ropa un poco desgastada y su pelo rubio claro recogido en un mal moño. La chica es preciosa aunque no lo quiera demostrar.

-¿Me podrías pasar los cereales que están a tu lado?- me pregunta, señalandolos.

-Sí, claro- le extiendo el paquete y me dedica una bonita sonrisa.

Conquistando a Austin✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora