17

5.8K 332 140
                                    

Narra Austin

Sabía que desde el mismo instante en la que vi, cuando casi chocamos en la puerta de su habitación, sentía que partir de ese momento iba a ser diferente.

Y no me equivocaba, siempre que veo a Noa no puedo evitar que un nudo en el estómago— el llamado sentir mariposas—, se instalase siempre.

Pero es que no puedo evitarlo. Es verla vestida de salir, en pijama o incluso en sus característicos bikinis, y es cuando el corazón comienza a latirme con fuerza o incluso ponerme nervioso ante su cercanía aunque yo lo disimule.

¿Es demasiado pronto admitir que no es simple atracción y que ha llegado a otro nivel?

Sólo nos hemos besado dos veces y ahora no puedo evitar en como me agarraba por la nuca o me lo devolvía con más fuerza y energía. Y si quiero dar otro paso, ¿Ella querrá? O solo han sido unos simples besos.

No estoy seguro pero estoy dispuesto a averiguarlo.

Llevo desde el primer beso pensandola muchísimo más que antes. Sus labios se han convertido en una adicción que estoy más que dispuesto a seguir obteniendo con entusiasmo.

Pero tengo miedo de joderlo todo y no volver a la misma relación que teníamos antes de que el verano comenzase. Y no quiero eso. Prefiero quedarnos como estamos a tener una amistad algo tensa e incómoda. Puedo asegurar que si eso ocurriese yo la diría que estaríamos como antes. Y eso sería una jodida mentira de las grandes.

¿Quién es capaz de seguir una amistad en el que se ha intentado algo más por parte de uno de ellos y que luego sea como si nada? Los recuerdos siempre van a estar presente y es lo que haga que mucha de las veces pueda llegar a ser tenso el ambiente.

Aunque siento que debo de hacer caso a Zack. Mañana es el cumpleaños de Noa y pienso llevarla a cenar a algún lugar y tener la oportunidad de una vez por todas ponerle las cartas sobre la mesa y que se decida que malditas vamos a hacer, obviamente no soy imbécil y la voy a hacer elegir al instante, cada uno tiene su tiempo. Puedo ser paciente y esperar hasta que ella decida pero todo el mundo tiene su límite.

Llevo pensando— en el rato que llevo acostado en la cama mirando al techo— en lo que más o menos pienso decirla sin ser tan bruto. No quiero cagarla y más siendo su cumpleaños.

Va a ser un medio declaramiento, no lo tengo muy claro aún. Quiero preguntarla si esto es recíproco, si puede llegar a algo más. Que ella me atrae, incluso que me gusta. Pero quiero dejarla claro si Noa no siente lo mismo que yo, que me lo diga al instante. Para cortar de raíz y que lo que siento no pueda llegar a otro sentimiento más fuerte para no acabar yo mal.

Tengo las de perder en todo este asunto, pero también hay la mitad de posibilidades que salga ganando. Me dijo Zack que mirara a Noa con detalle, como su comportamiento hacia mí. Y lo hice.

Había muchas veces que de verdad sentía que actuaba igual que yo y otras veces en el que reaccionaba diferente. Dando a entender lo contrario. Me liaba y me hacía pensar si eran imaginaciones mías o no. Y eso me tenía en vela, es un poco angustioso no saber si todo esto es recíproco.

Me levanto de la cama, incapaz de conseguir dormirme ya que mí mente no descansa y no para de hacerme pensar en Noa. Me dirijo al baño y me hecho agua por la cara para luego dirigirme hacia la terraza.

Inconscientemente giro mí cabeza hacia mí derecha y veo como Zack está apoyado en la barandilla mirando hacia el frente.

—¿Tampoco puedes dormir?— le pregunto, él al momento asiente—. ¿Qué pasa tanto por tú mente? Ya llevas varios días así.

Conquistando a Austin✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora