15

5.2K 288 167
                                    

1 de Julio, 2021

—Y eso es todo lo que ocurrió esa noche— termina Adela.

Llevamos en el mismo lugar por lo que creo que es más de una hora. Miro con la boca abierta a mí amiga. Ella solo se sonroja.

—Vale, esto es demasiada información que analizar, sabía qué pasaría pero no esa noche.

—Yo tampoco me lo esperaba.

—Te ha gustado, ¿No?— Adela asiente—. Entonces me alegro porque sé qué querías y simplemente surgió. ¿Pero hay algo más verdad?

—Estamos comportandonos diferente a cómo estabamos antes— se lamenta.

—En eso también me había dado cuenta, incluso tu hermano.

—¿Se lo habrá contado Zack a…?

—No tengo ni la menor idea, digamos que yo tampoco he intercambiado muchas palabras con Austin. No porque me sienta incómoda a su alrededor, sino porque no sé, espero qué él no esté arrepentido de lo qué ocurrió.

—Creeme que no— asegura.
Me encojo de hombros.

—Venga, vamos a terminar de dar el paseo— me levanto del suelo y me sacudo el culo para limpiarlo.

—Ayudame— pone pucheros y extiende una de sus manos. Pongo los ojos en blancos y la ayudo.

—¿Estás preparada para el 4 de Julio?— digo emocionada.

—Aún quedan tres días, pero sí, necesito que llegue ya.

—Y comer algodones de azúcar— me lo imagino y se me hace la boca agua.

—No digas más que me va a entrar hambre— me regaña.

—A sus órdenes Adela.

El resto del camino nos la pasamos planificando una boda en broma y cómo lo organizaríamos.

—Obviamente la novia tendría que destacar. Las damas de honor de ella tendrían que ir conjuntadas y con bonito recogido.

—Y los que acompañen al novio tiene que ir con unos bonitos y ajustados smoking— agrega ella, feliz.

—Tienes un problema con los hombres que llevan trajes, ¿Eh?

—Sí— río—. El primer paso es saber reconocerlo. No como tú, que a tí también te encanta que lleven trajes— niego—. Bueno, más bien solo una persona en especial.

Pongo los ojos en blanco.

—Y me lo dirás tú— me burlo.

—Claro que sí mujer, no pasa nada admitirlo. A Zack le quedan de diez los trajes— asiente, contenta.

—Bueno, vamos a continuar planificando— cambio de tema.

Durante todo lo que queda del camino nos dedicamos a crear la velada, la tarta y cómo sería la decoración. Siendo sincera fue bastante gracioso y divertido.

—Buenos días— saludamos ambas con energía cuando entramos por el comedor.

Están todos con cara de dormidos excepto Austin, que se ve bastante despierto.

—¿Un buen paseo?— nos pregunta, sin apartar su mirada de mí.

—Sí— respondemos ambas al unísono.

—¿Por dónde habéis ido?— me pregunta papá cuando termina de darle un sorbo a su café.

—Hemos rodeado todo el lago.

Conquistando a Austin✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora