26

3.3K 186 45
                                    

•Helium— Sia.
•Dernière danse— Indila.

Narra Austin.

Noa baja la mirada tras terminar de hablar. La miro fijamente, se que se ha dado cuenta de ello. Pero no me devuelve la mirada. Todos nos hemos quedado en silencio. Adela me hace un gesto con la cabeza para que me acerque a Noa. Y eso hago.

Con rapidez me levanto del sillón y dirijo mis pasos hacia ella. Paso mi brazo por sus hombros cuando me coloco a su lado. Ahora sí levanta su cabeza para mirarme directamente a los ojos.

—Noa, déjame ver los mensajes— ella me hace un leve asentimiento y me tiende su móvil desbloqueado.

Al instante veo los mensajes de aquel desconocido que no para de acosarla. Me cabreo, ¿Como ese imbécil puede estar haciéndole esto a Noa? ¿No ve que ella no le está haciendo ni caso?

—¿Es el mismo que te escribió en la playa?— asiente.

—¿Por qué no nos lo has dicho antes, cariño?— le pregunta Harry a su hija con suavidad.

—Porque no le había dado la misma importancia que hasta ahora.

—Vale, esto ya tenemos que denunciarlo— hablo—. Esto puede llegar a más, porque parece que la persona que está detrás de esas cuentas tiene esas intenciones. Hasta sabe el lugar exacto de donde Noa se encuentra, joder.

—Austin tiene razón, es lo mismo que la dije a Noa antes, si no se toma medidas ya, esto puede llegar a algo peor, y creo que nadie quiere eso— Jacob me mira para después dirigir su mirada a Adela.

—Se puede ir a denunciar— Zack se cruza de brazos.

—¿Y va a funcionar de algo? No se sabe la identidad de aquella persona y no creo que se pueda hacer mucho más que eso, denunciar— murmura Noa.

—Seguro que va a servir, lo que no tienes que hacer es ignorarlo como si no tuviera importancia y pensando que no va a servir de nada— habla Adela.

—Exacto— respondo.

Noa suspira, pero termina asintiendo.

29 de Julio, 2021

Han pasado varios días desde lo último que ocurrió con el desconocido. Decidimos ir varios con Noa a la policía, entre ellos Jacob. La dijeron que se podía denunciar pero sería un poco complicado encontrar a la persona que se oculta detrás de aquellas cuentas y que estuviese atenta a su alrededor. Que si notaba algo raro, que no dudara en llamarles.

Desde ese día, Noa ha dejado de recibir mensajes de ese tipo. Y por una parte me siento aliviado de que haya parado, pero por otra me preocupa que haya tanto silencio de repente. Y una pequeña incertidumbre se mantiene dentro de mi sistema, atento de todo, de que no le pueda pasar nada malo a Noa.

Dejando a parte ese tema, me dirijo a abrir la puerta de mi habitación para ir a la de Noa. Tengo una proposición para ella y por ello tengo un nudo de nervios que crece considerablemente en mí estómago.

Llamo a su puerta varias veces hasta que su voz me indica que puedo pasar al interior.

—Hola, morena.

Veo que ella se encuentra tumbada en la cama, boca abajo, gira su cabeza para poder mirarme. Mantiene sus brazos por debajo de su cabeza haciendo de almohada.

—¿Como tú por aquí?

—Queria ver cómo estabas aunque también quería proponerte algo.

Noa se incorpora, interesada en lo que le acabo de decir.

Conquistando a Austin✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora